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Una, dos y tres. Son las personas que en menos de quince minutos bajan a la playa pequeña de Langre durante una mañana de la pasada semana, que transcurrió bajo un tiempo inmejorable. Los dos primeros en descender lo hacen bordeando el acantilado a través ... de un improvisado sendero, el tercero lo hace por las escaleras. No se sabe muy bien cómo este último logra la hazaña, porque a partir del tercer tramo la estructura de peldaños está completamente desprendida y hay un salto de más de tres metros de altura. «A las pruebas me remito que la gente va a seguir bajando, porque aunque parezca que la playa grande es la más frecuentada esta es la de toda la vida y tiene mucho público», dice la teniente de alcalde de Ribamotán al Mar y presidenta de la Junta Vecinal de Langre, Araceli Colina, que recuerda que llevan a la espera de un proyecto para solucionar el problema desde que en diciembre de 2020 la escalera se desprendiera a causa de un temporal.
«Llega el verano y estamos igual que el anterior», dice la edil, que teme que con la que tenemos por delante ya vayan a ser dos las temporadas estivales sin un acceso en condiciones a la pequeña de Langre. A comienzos del mes pasado −tras varias peticiones en la Cámara Alta por parte del senador regionalista José Miguel Fernández Viadero− el equipo de gobierno municipal se reunió con el jefe de Demarcación de Costas, José Antonio Osorio, y la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, y, según traslada Colina, «se comprometieron a que habría un proyecto en mayo». Pero estamos ya en junio y «a día de hoy seguimos sin saber nada», recalca la teniente de alcalde.
Por el momento, en el Consistorio desconocen la línea en la que se está trazando dicha intervención, porque al parecer en un primer momento sólo se hablaba de la retirada de la quebrada estructura, sin concretar si se habilitaría a continuación o no una bajada. «Creemos que la mejor opción es dejar un sendero más natural como había antes, porque las escaleras tal y como se ha podido ver suponen un problema, en las de la grande de Langre también hay afecciones», dice la edil.
En cualquier caso, lo que se reclama desde el Consistorio es «un acceso para este mismo verano, ya sea una opción temporal o definitiva». En la misma dirección apunta Jesús Blanco, presidente de la Asociación de Turismo de Ribamontán al Mar (Ribatur) y de la Asociación de Turismo de Cantabria, que hace hincapié en que «es una playa que tiene que estar abierta, no puede estar con este cartel prohibiendo el paso, sin bajada y mantenerla un verano más con esta imagen».
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