Sanidad no cierra Medio Cudeyo al estabilizarse los contagios, aunque sigue bajo vigilancia

Tras salir de la reunión, este lunes el regidor respiraba aliviado. «El objetivo era no cerrar los negocios, así que estoy satisfecho», comentaba Perojo. Eso sí, al mismo tiempo tocaba madera, porque es consciente de que la situación es delicada. «En diez días hemos pasado de tener nueve casos activos a tener 54», detallaba el alcalde. No obstante, desde Sanidad y Salud Pública se les informaba de que la trazabilidad «es muy buena, todos los casos están localizados y se encuentran en Solares y Sobremazas, el resto de localidades no tienen prácticamente casuística». Además, la incidencia acumulada a 14 días lleva varias jornadas bajando y la positividad está por debajo del 10%, por lo que «los criterios principales necesarios para llegar al nivel de alerta 4+, según el algoritmo fijado para los municipios de entre 5.000 y 10.000 habitantes, no se cumplen.

Así las cosas, Medio Cudeyo no alcanza los criterios epidemiológicos principales, por lo que no habrá cerrojazo y, según concretó el alcalde, se mantendrán las mismas restricciones que hasta la fecha −las del resto de municipios no confinados− aunque habrá más control de la Policía Local para velar por su cumplimiento porque Medio Cudeyo sigue en especial vigilancia para valorar la evolución de sus datos.

Este martes por la mañana Medio Cudeyo despertaba con la sombra de un nuevo confinamiento, algo que se afrontaba en general con bastante resignación. «Como llevan días avisándolo creo que nos hemos preparado para lo que puede venir», decía Manuela Cagigas, que esperaba en la cola de la frutería. Sin embargo, ya por la tarde, tras la confirmación de que el cierre se desestimaba por ahora, Pedro Muñoz, de la pizzería Tutto Cuore de Solares, tomaba aliento porque «abriendo al menos me da para seguir pagando; si yo cierro 15 días y sin ayudas tengo que empezar con los ERTE, y cuando confinaron todos los municipios también se notó mucho».

A su vez, Muñoz ponía el acento en la «incertidumbre que está generando esto, un día te dicen una cosa y al siguiente otra». No obstante, este martes en Medio Cudeyo se respiraba un clima de aceptación a lo que venga. «Yo no entiendo de esto, si dicen que la cosa está mal y terminan viendo que hay que cerrar, acataré», comentaba Nieves Gómez, propietaria de Menta, un negocio de ropa. Por su parte, un compañero del gremio, Marcos Santamaría, de Look, apreciaba que durante la mañana tuvo mucha actividad con pedidos telefónicos. «Creo que los clientes veían que nos confinaban y se estaban preparando», valoró el comerciante, que señaló que los confinamientos selectivos como el que sigue sobrevolando a Medio Cudeyo «son un parche más».

Mientras, en la terraza de un bar cercano, Sari Sainz tomaba café con dos amigas y tampoco confiaba demasiado en los beneficios de un hipotético aislamiento. Abogó por «incidir en que cada uno sea responsable». «Sigo viendo a gente, no sólo jóvenes también muchos mayores, sin mascarilla y aglomeraciones en terrazas», sentenció.