«Surfea hasta Fernando Simón»

Rubamontán al Mar-Somo ·
Somo fue declarado en 2012 primera Reserva Natural del Surf en España y segunda de Europa. Actualmente el municipio cuenta con una veintena de escuelas de este deporte, siendo la Escuela Cántabra de Surf, creada por David García, la primera en fundarse en todo el país

HÉCTOR RUIZ

Somo

Viernes, 26 de marzo 2021, 07:16

Ocurre igual cada temporada, cuando el verano ya ha traspasado su cenit y llega a su ocaso, Ribamontán al Mar comienza su hibernación, y Somo se apaga. Hay que aguardar entonces hasta Semana Santa para que el municipio costero, paradigma del surf, abandone su letargo. Claro, eso era antes del coronavirus, en la 'vieja normalidad'. Ahora, con esta nueva realidad de fronteras en el propio país, el despertar del coma se postergará. Así lo confirman en la Escuela Cántabra de Surf, que es la primera en fundarse en la región y a diferencia de la mayoría permanece abierta todo el año, contra viento y marea.

«Aunque sea entre semana, si vienes a hablar un día como hoy conmigo, con sol y olas como tenemos, yo estaría muy liado», dice David García, más conocido en las playas como 'Capi', director desde hace ahora tres décadas de la Escuela Cántabra de Surf, que el mismo fundó en Somo. El surfista tabula cuántos clientes tendrían hace dos años por estas fechas. «Mínimo unos 30», dice. Ahora, nada más lejos de la realidad, sólo se cuentan dos neoprenos secándose en la puerta del establecimiento.

Ootras propuetas

Naturaleza. Ribamontán al Mar ofrece un paraíso de arenales, acantilados y puestas de sol, además de contar con una parte más rural, menos conocida, con campos repletos de maizales en verano.
Gatronomía. El municipio cada vez es más reconocido por su restauración, en concreto el pueblo de Suesa se ha convertido en un pequeño destino gastronómico.
Deporte. Además del surf, que es la actividad por antonomasia del lugar, hay otras posibilidades, como el primer 'pump track' de la región para bicis, patinetes y skates.

De hecho, García reconoce que «antes de confirmarse que habría restricciones perimetrales para las fiestas sí que teníamos bastantes reservas», una lista de nombres que se la ha llevado la marea, porque la mayoría que acude a su escuela es de fuera: País Vasco, Madrid, Barcelona, Valencia y Burgos. Tan sólo el «20%» de sus clientes al cabo del año es de Cantabria, porque «suelen ir a la playa que tenga más cerca, por eso aquí vienen principalmente de El Astillero, Camargo, Santander o Solares».

«Ribamontán al Mar no es sólo surf, tiene mucho que ofrecer, un entorno excepcional y gastronomía»

David García 'Capi' | Director y fundador de la Escuela Cántabra de Surf

Pero si algo está claro a estas alturas es que esta Semana Santa es la de romper las costumbres y plantearse hacer algo diferente. El practicar surf puede ser uno de esos planes, lo que no sería del todo genuino. Sobre todo porque es una corriente que, según señala Capi, ya empezó hace meses, tras el confinamiento. Una moda que achaca a dos cuestiones, por un lado «el ver a Fernando Simón surfeando en Portugal» durante la primera desescalada y, por otro, a que «en ese momento dijeron que los deportes permitidos en libertad y sin mascarilla eran salir a correr, montar en bicicleta y hacer surf».

Y, claro, a muchos se les metió entre ceja y ceja eso de coger olas. «Veníamos de estar tres meses en casa, con una pandemia, y el surf es un deporte de la libertad, individual, del mar, el salitre, el ozono, no hay contagio...», valora el surfista. Tanto es así, que comenta que el pasado verano en Somo «las tablas que más se vieron no eran profesionales, no eran las tradicionales de surfers». Lo cual, le inquieta porque «esa gente se está exponiendo a un peligro real, el surf es un deporte que se enseña y hay que ir a una escuela profesional a aprenderlo».

¿Por qué decantarse por los arenales de Ribamontán al Mar para ello? No es casualidad que Somo se haya convertido en el kilómetro cero del surf en la región. «Sin duda es una de las mejores playas de España para aprender a coger olas», valora Capi, que fue el primero en ver ese potencial, al empezar a dar clases ahí en 1991 cuando en España no existían escuelas de surf. Además, ensalza la belleza intrínseca del lugar. «Es cierto que es una de las bahías más bonitas del mundo, he estado en Hawai, en California, en Australia, Indonesia, en centro América... pero siempre que vuelvo a casa me doy cuenta de lo precioso que es esto», valora.

La estampa privilegiada que ofrece el arenal, con Santander al fondo, el palacio de la Magdalena, el faro de la isla de Mouro y la Isla de Santa Marina es, sin duda, uno de los principales activos del municipio, y «es una playa kilométrica que te permite explayarte, más ahora con el covid». Además, incide en que «Ribamontán al Mar no es sólo surf, tiene muchos enclaves increíbles para montar en bici, dar paseos, rutas a caballo, praderías enormes que no las hay en otro sitio de Cantabria, acantilados y unos atardeceres increíbles, además de buena gastronomía».