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Manuel Ruiz-Zorrilla.
República con esencia pasiega

República con esencia pasiega

El presidente del gobierno Manuel Ruiz-Zorrilla pasó su juventud en la villa pasiega de San Pedro del Romeral, de donde provenían todos sus ancestros

JOSÉ JAVIER GÓMEZ ARROYO

Vega de pas

Sábado, 1 de febrero 2020, 08:01

Los pasiegos, aun siendo un pueblo pequeño y concentrado en sus tres villas, han dado grandes figuras al mundo del arte y de la cultura, de los negocios, la industria e ingeniería, en el deporte o la medicina y también en el de la política, llegando además al más alto cargo que supone el presidir un Consejo de Ministros. Manuel Ruiz-Zorrilla y Ruiz-Zorrilla escaló todos los puestos necesarios para forjarse en esta ciencia que trata del gobierno, pues comenzó como diputado provincial de Soria por su distrito natal de Burgo de Osma, localidad en que nació en 1833 y donde sus padres, ambos de la villa pasiega de San Pedro del Romeral, habían abierto un próspero negocio de telas. Su continuidad en la dirección de asuntos públicos le condujo posteriormente a diputado a Cortes, ministro de Fomento y seguidamente de Gracia y Justicia durante el gobierno provisional que se formó tras la revolución de 1868 y que supuso además el destronamiento y exilio de la reina Isabel II. En 1870 fue elegido presidente de las Cortes y, al año siguiente, alcanzó la presidencia del gobierno durante el efímero reinado de Amadeo I de Saboya y en un primer intento por establecer un régimen democrático en forma de monarquía parlamentaria primero y de república después.

La tesis doctoral de Eduardo Higueras Castañeda, 'Manuel Ruiz-Zorrilla, liberalismo radical, democracia y cultura revolucionaria en la España del siglo XIX' y publicada por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha, quizá uno de los mejores estudios sobre su figura que se han hecho, nos apunta la estrategia de ascenso social en una comarca rural iniciada por su padre don Marcos Ruiz-Zorrilla, prototipo de pasiego trabajador y ahorrativo que hacia 1820 emigró junto a sus hermanos y su mujer, María de la Asunción Ruiz-Zorrilla, a Burgo de Osma y localidades cercanas: «Todos ellos se apoyaban en una estrategia conjunta de ascenso social y prosperaban en medio de la lenta transformación económica caracterizada por el estancamiento y el despoblamiento. () Con el tiempo, los negocios familiares de Marcos Ruiz-Zorrilla se ampliaron a actividades de crédito. El archivo privado de Manuel Ruiz-Zorrilla conserva un libro de contabilidad de su padre. En el mismo, aparecen anotadas diversas cantidades en concepto de préstamo a particulares y corporaciones» (Op. Cit.).

En realidad el negocio de los préstamos nos indica que esta familia de pasiegos, tan astuta y calculadora como trabajadora y austera, había logrado cierta prosperidad, motivo por el cual nuestro futuro presidente del gobierno, fiel a su estirpe, pudo dedicarse a estudiar y adquirir un reconocimiento social que supo enfocar en su caso hacia la política. Quizá por ello en numerosos artículos periodísticos de la época se adjuntaba a su nombre el gentilicio de su villa de origen, siendo habitualmente designado como 'el ministro pasiego' o 'el presidente pasiego' y en ocasiones no exento de ironía: «... el presidente del Consejo es pasiego y pasiego es el refrán Junta de rabadanes, cordero muerto. Esto no quiere decir que la cartera de Ruiz-Zorrilla sea un cuévano; aunque también podría creerse eso por el contrabando, digámoslo así, que de ella sale...»(Diario La Esperanza, 7 de agosto de 1871) También el navegante y poeta José del Río Sainz, el entrañable 'Pick', nos recordaba en un artículo el abolengo y la infancia del político en la precitada villa: «...era nuestro casi paisano don Manuel Ruiz-Zorrilla que, aunque nacido en Burgo de Osma, de padres pasiegos, pasó su infancia en San Pedro del Romeral, de donde procedían los suyos». (Diario Palentino 22 de junio de 1936) pues el dirigente siempre se sintió muy unido a sus abuelos, especialmente a sus abuelas doña Antonia Ortiz Roldán y doña Felipa Ruiz-Zorrilla, no pudiendo dejar de imaginar verle correteando por la vieja bolera de la plaza y soñando, al son de los campanos de las vacas, el prometedor futuro que le aguardaba.

Ruiz-Zorrilla fue ante todo un político de marcado carácter y enfática socarronería pasiega, pues hasta quedó investido como máxima autoridad de la potencia masónica que representó el Grande Oriente de España cuando ni tan siquiera era masón, como nos recordaba el profesor y experto en este campo José Antonio Ferrer Benimeli.

Entre los logros de este estadista está el decreto de libertad de enseñanza, la creación de sociedades científicas, la organización de clases para adultos, de escuelas de artes y oficios, la reposición de las cátedras democráticas que habían sido anuladas, la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, numerosas reformas legislativas... y, para los pasiegos, una discreta gracia también: «...se dio cuenta y leyó la carta particular del señor gobernador de esta provincia de 5 del presente mes dirigida a dicho Alcalde en la que dice que el excelentísimo señor don Manuel Ruiz-Zorrilla le pasa una comunicación sumamente importante para esta villa...» (Acta de 7 de agosto de 1872. Archivo Histórico de Vega de Pas) Aquella comunicación no fue otra que la disposición para la construcción de la carretera del puerto de Estacas de Trueba, de vital importancia para sus paisanos en los aislados Montes de Pas. Entre sus desengaños, el fracaso de su intento de monarquía parlamentaria que le llevaría a abrazar las ideas republicanas en una lucha sin cuartel contra la reina Isabel II, lo que le condenaría a abandonar España en un largo exilio cuando se restauró la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII y quien, paradójicamente, quizá la ironía del destino, también portaba la esencia pasiega transfundida en las venas por su nodriza María Gómez Martínez, nacida en la villa de Vega de Pas. Enfermo por problemas cardiacos y sin poder habido alcanzar la victoria de sus ideales, solicitó permiso para morir en España y en Burgos finalizó su lucha por la vida en 1895, donde fue enterrado junto a su esposa. En el año 2009 sus restos fueron exhumados y trasladados a su natal Burgo de Osma. Solo queda, siquiera por el amor que sintió por su linaje e independiente de ser monárquico o republicano, llevarle un puñado de tierra de San Pedro del Romeral y depositarlo sobre su descanso, pues nadie duda ni desmerece la importancia que este político de sangre pasiega tuvo en la historia de España.

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