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Álvaro San Miguel
Sábado, 17 de diciembre 2016, 07:42
El enésimo enfrentamiento entre los sindicatos y el jefe de la Policía Local de Santander, Luis Hernández Castillo, ha dejado en fuera de juego al Ayuntamiento, que se ha enterado del conflicto cuando le llegaba a la puerta de casa. Miembros de la Asociación de ... Policía Local de Cantabria se reunieron este miércoles con Pedro Nalda, concejal de Protección Ciudadana y por tanto máximo responsable político de la Policía Local, ante la sospecha de que se avecinaba una revolución laboral a espaldas de los representantes de los funcionarios. Según fuentes sindicales, el edil municipal negó en esa reunión cualquier cambio unilateral en las condiciones de trabajo de los agentes, pero unas horas más tarde se descubrió el pastel: había un borrador preparado que se iba a publicar al día siguiente con una reorganización del servicio que afectaba a los cerca de 30 agentes de Movilidad de la ciudad.
Según fuentes sindicales, en el borrador se contemplaba la rotación de los jefes de unidad, cambios de unidad también para algunos agentes y, por tanto, horarios y turnos distintos que obligaban a modificar vacaciones y libranzas. Pero la mayor sorpresa llegó cuando los representantes sindicales, pensando que el Ayuntamiento estaba al tanto de todo, convocaron una protesta urgente frente al Consistorio. En ese momento recibieron una llamada del concejal Pedro Nalda. Nos dijo que el Ayuntamiento no tenía ni idea de lo que estaba haciendo el jefe de la Policía Local. Tras la sorpresa inicial, sindicatos y Ayuntamiento pactaron retirar la protesta a cambio de que no se moviera a nadie de su unidad sin la aprobación de los sindicatos, explicó Fernando Dou, uno de los enlaces sindicales de APL Cantabria. No sólo se suspendió la protesta, sino que la alcaldesa Gema Igual recibió al día siguiente a los portavoces sindicales para tratar de templar los ánimos.
El Ayuntamiento, a preguntas de este diario sobre el conflicto laboral y la falta de comunicación entre el jefe de Policía Local y el concejal de Protección Ciudadana, respondió con el siguiente comunicado por correo electrónico: Por una recomendación del servicio de prevención de riesgos laborales, a raíz de un escrito de algunos de los agentes de Movilidad, se están estudiando diferentes alternativas de rotaciones en los equipos de este servicio. Aún no hay tomada una decisión definitiva, sino que se están valorando las opciones posibles, con el fin de que garantizar el óptimo servicio a los ciudadanos por parte de los agentes de movilidad.
Los miembros de APL Cantabria, que no han podido acceder al borrador de la orden y sólo conocen su contenido por medio de compañeros "infiltrados", precisaron que los cambios previstos afectaban a los agentes de Movilidad, pero desconocen si también iban a afectar al centenar de agentes de Policía Local de la ciudad.
Un conflicto que viene de lejos
Desde que Luis Hernández Castillo fue nombrado en septiembre de 2001 jefe de la Policía Local de Santander, el goteo de enfrentamientos entre 'el jefe' y los policías locales ha sido constante. El primero, que encendió una mecha que sigue ardiendo 13 años después, ocurrió en la comida de mandos que Hernández Castillo, nada más llegar al cargo, comenzó a organizar en Navidad. En una comida celebrada en enero de 2003, un sargento que no estaba invitado, se acercó al Hotel Palacio del Mar y tras comprobar que varios coches estaban mal aparcados, ocupando la acera, llamó a la grúa e hizo que se llevaran el coche del jefe de la Policía Local y de otros tres compañeros (el intendente y dos cabos).
En los últimos años, los sindicatos han censurado al jefe de Policía por atentar contra la libertad sindical al negar sistemáticamente cuanta información se le solicita sobre los procesos seguidos en la convocatoria y adjudicación de varias plazas de promoción interna (año 2010). También denunciaron que el 95% de los expedientes disciplinarios incoados por el Ayuntamiento afectaban a agentes de Policía Local, por lo que acusaron a Hernández Castillo de actuar con un exceso de autoritarismo (año 2012). Ese mismo año, los cinco sindicatos con representación en el Ayuntamiento de Santander arremetieron contra el jefe de Policía "por anular multas a personas que le son afines y, al revés, por multar a otros con los que mantiene desavenencias personales. En 2014 criticaron que se fuera de vacaciones en pleno Mundial de Vela y el año pasado, tras denunciar públicamente el "estado lamentable" de las instalaciones policiales, arremetieron de nuevo contra su jefe "por no cumplir los acuerdos laborales que se negocian con el Ayuntamiento de Santander.
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