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La AMPA del Instituto Cantabria, en La Albericia, trata de paralizar a toda costa la construcción de una gasolinera en el solar anexo al centro. ... Hasta el momento ya han solicitado «con urgencia» al Ayuntamiento de Santander el expediente administrativo completo de la obra. A la par que han pedido reunirse con la alcaldesa, Gema Igual, y la Consejería de Educación. Y el lunes hablarán con el concejal de Urbanismo, Javier Ceruti. Los tiempos son fundamentales porque las actuaciones avanzan rápido. En el informe esperan encontrar algún resquicio al que aferrarse, acudir a un juez y pedir «medidas cautelarísimas para frenarlo», explica Gabriel Moreno, presidente de la asociación y coportavoz de Verdes Equo Cantabria. Dentro del expediente estudiarán con detalle la comprobación ambiental, que emite la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno regional. Por eso conseguirlo es «clave». «No quiero perder la esperanza de que se pueda parar», comenta Anabel Fernández, directora del instituto. «Lo triste es que con la normativa actual esto sea legal», lamentaba. Por eso han empezado a recoger firmas y planean hacer movilizaciones la próxima semana que involucren también a los alumnos.
Mientras dan pasos en esa línea, las clases de los estudiantes continúan acompañadas por el ruido: «Lo estamos escuchando todo el rato», cuenta Paula Neyra, de segundo de bachillerato. Algo que no les ayuda de cara a la preparación de la Ebau. Pero esa es solo una de las preocupaciones, otra es «la contaminación», añade. Y si el colegio no consigue paralizar las obras, a la lista se sumará la seguridad de los chavales que «vamos a pasar andando mientras entran y salen todos los coches» de la estación de servicio que atraerá más tráfico. «¿Otra gasolinera? Ya hay tres en la misma calle», comenta Neyra.
PAULA NEYRA
Alumna de segundo de bachillerato
anabel fernández
Directora del Instituto Cantabria
Entre las familias también crece la preocupación al ver la rapidez con la que trabajan los operarios. «Vamos a intentar pararlo, nosotros ya hemos firmado la petición», señala Raquel Aspiunza, madre de un alumno del centro. Las ventanas de la clase de su hijo de 14 años dan justo al solar en el que se está construyendo la gasolinera: «No van a poder ni abrir las ventanas. Ya no solo por el ruido, también son los olores, los humos...», comenta intranquila. Y, además, cualquier cosa que pase en la estación «les afecta porque está muy pegada». Más allá de movilizarse, no saben qué solución puede tener. Si sigue adelante quizá sobre la mesa pongan la opción de cambiar de instituto. ¿Se lo plantea en un futuro? «No quiero porque estamos muy contentos aquí, pero...», responde Aspiunza.
El colegio ya está en una zona con tráfico, pero hasta ahora no afectaba al paso de los chavales. Sin embargo la nueva instalación está entre la parada del autobús y las puertas del instituto. Un espacio que recorren a diario centenares de estudiantes. Si finaliza la obra, los jóvenes cruzarían cada día la carretera por donde entran y salen los vehículos. Basta con acercarse al centro a la hora de la salida para hacerse una idea del ajetreo que eso supone.
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Hay un punto en el que coincide la comunidad educativa con el concejal de Urbanismo de Santander, Javier Ceruti (Cs), y es en que la construcción de una gasolinera en la calle Repuente, junto al centro, «no es razonable», ha afirmado. No obstante, el edil ha recordado que no cuenta con «herramientas jurídicas ni competencias para evitar que así sea». Ceruti también ha querido añadir que la licencia la concedió Fomento el pasado mes de diciembre y tiene «informes que dicen que es conforme a la regulación vigente». En cuanto a «la paralización inmediata de las obras» que solicitó el portavoz del PSOE, Daniel Fernández, asegura que «no es competencia de Urbanismo», su concejalía. Y ha reprochado al socialista que «bien haría en hablar con su partido para cambiar la ley estatal que ata de pies y manos a los municipios en situaciones como esta».
En este sentido también se ha pronunciado esta mañana el concejal de Fomento y Movilidad Sostenible de Santander, César Díaz (PP), para informar de que el Ayuntamiento concedió la licencia para la instalación de la gasolinera porque «cumple con la normativa que es de aplicación». Y ha precisado que la estación no está afectada por la suspensión de licencias aprobada como consecuencia de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) al estar en terreno productivo y no urbano, al que se refiere el cambio.
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