Arranca la obra del Nuevo Alisal, «la mayor en los últimos diez años»

En el evento estaban todos los que han participado en una idea que arrancó en 2004 y que se vio paralizada un tiempo por la crisis económica de 2008. La Junta de compensación que ha impulsado el proyecto, buena parte de los propietarios (la Sareb tiene una participación del 53,5% del sector objeto de desarrollo), el Ayuntamiento, las asociaciones de vecinos de la zona... Y las palas de Copsesa –la adjudicataria de la urbanización– trabajando.

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Álvaro Machín

Lo primero es saber qué se va a hacer allí (El Diario publicó un reportaje en 2011 detallando cada espacio). De entrada, la urbanización supondrá prolongar la calle Alfredo Kraus (la que parte del tanatorio y ahora no tiene salida) hasta una rotonda (de nueva creación). Desde ahí habrá conexión con la calle Adarzo y con una tercera calle, aún sin nombre (será nueva) en paralelo a las vías. Esa urbanización de terrenos, esa creación de viales, dotará a las parcelas resultantes de la condición de solar. Y en esos solares hay espacios previstos para uso comercial privado (tal vez otro centro comercial, una gran superficie), social/asistencial (puede ser una residencia, una mutua...), deportivo, educativo y de viviendas, además de un parque.

Más allá de cifras y planes, de los discursos se pueden extraer detalles. Fernando Rodríguez, presidente de la Junta de compensación, destacó que una idea con tantos protagonistas (e intereses) saliera adelante «por unanimidad». Con paciencia, eso sí (por todos los retrasos). Y habló de un «esfuerzo inversor doblemente recompensado». Para los propietarios y para los intereses públicos. «Y ahora que se haga en precio, plazos y calidad». Fue Javier Leonardo, director del proyecto, el que dijo lo de la obra «más grande en diez años». Detalló los 43.000 metros cuadrados en calles nuevas (que mejorarán las conexiones de Adarzo o el tráfico en La Albericia) o los 24.000 del parque. Para esta última tarea se ha contado con el paisajista Íñigo Segurola. Se plantarán 3.000 árboles, habrá áreas para niños y mayores, y una red de senderos «que permitirán caminar por un bosque». Dijo que, en general, es una obra «extensa, pero sin grandes dificultades», aunque lo más complicado será el suministro de energía.

«Se sientan las bases para la futura expansión de la ciudad», dijo Javier Torres, presidente de la Sareb, antes de que la alcaldesa, Gema Igual, cerrase el acto. Destacó esa idea de «unanimidad» y adelantó que el proyecto se detallará a cada asociación de vecinos implicada. Incidió en las viviendas, con la posibilidad de ese primer acceso a un hogar y a «retener población» en la capital. De hecho, comentó que los últimos meses de los 18 de plazo para urbanizar podrían ya solaparse con los trabajos para levantar los edificios. Inicidió, igualmente, en la mejora de la movilidad, en las «conexiones de zonas periféricas» y en la idea de incluir en el proyecto un carril bici. «A veces –concluyó– las cosas se retrasan más de la cuenta, pero la fortaleza para reaccionar es la que nos hace estar aquí. En 18 meses nos vemos de nuevo».