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Hay tramos muy oscuros y otros en los que siempre es de día. La sustitución de las lámparas tradicionales por otras led en todo el alumbrado público de Santander está causando sorpresa y polémica. En la Plaza Porticada la intensidad es tal que deslumbra, del excesivo número de focos que hay instalados. En la plaza de Pombo siempre es de día, por los numerosos focos que se han mantenido. Y en el Paseo de Pereda, con todos los faroles encendidos (hasta ahora había dos por farola para ahorrar en el consumo), el tránsito peatonal se desarrolla en medio de zonas en las que siempre es de noche en tramos de acera en los que la iluminación no llega. A no ser por la luz de los escaparates de los comercios, daría miedo transitar por este principal paseo santanderino.
Los técnicos municipales estudian estas y otras zonas (como las calles de Joaquín Costa y Alta donde han detectado que la iluminación también es escasa) para corregir estos defectos. Porque sustituir las lámpara por otras, sin tener en cuenta las características de cada espacio y cómo es el farol o el báculo donde van las nuevas placas led que sustituyen a las bombillas tradicionales, no está dando el resultado buscado. Que era una intensidad adecuada para cada espacio.
El contrato Prevé sustituir 23.000 luminarias, de las que ya se han cambiado 22.000.
El material Phillips. La auditoría energética determinó qué había que poner en cada farola.
Soluciones En la penumbra se instalarán más focos. En iluminación excesiva, se quitarán.
El color Blanco, por ser «el que da más seguridad al ciudadano».
Como explica el concejal de Medio Ambiente, Ignacio Quirós, «lo que se está desarrollando en Santander es un proyecto a gran escala, la sustitución de todas las luminarias del municipio al tiempo, algo que no ha sucedido en ninguna ciudad de España. Y, como podía suceder, son necesarios ciertos ajustes. Y en ello estamos. Son nada menos que 23.000 puntos de luz los que se están cambiando. En alguno habrá que hacer ajustes y se harán para que las calles estén bien iluminadas», dice.
Las críticas a esta iluminación que en muchos sitios alumbra poco, no paran. Incluso algunos técnicos en la materia están dando consejos al Ayuntamiento y a la empresa Elecnor (que desarrolla el proyecto por encargo del Gobierno Municipal), para cómo acabar con las zonas oscuras en pleno centro. Ya se han cambiado 22.000 puntos de luz «y en la práctica totalidad sin problema alguno, mejorando la iluminación en las calles, como nos han dicho muchos vecinos», recalca Quirós.
Pero en la vía más transitada de Santander, el Paseo de Pereda, la nueva iluminación no ha dado el resultado esperado. Como aclara el concejal «hay situaciones que no estaban bien estudiadas», en la auditoría energética que realizó una empresa especializada por encargo del Ayuntamiento con financiación del Banco Europeo de Inversiones.
A la vista de lo que determinen los técnicos municipales, se pondrán más puntos de luz en las zonas oscuras o se eliminarán focos de donde sean excesivos «porque hay zonas sobre-iluminadas». En el caso de la plaza del Ayuntamiento «la iluminación es la correcta», dice Quirós. Al peatón le parece escasa.
Cuando acabe noviembre, toda la iluminación del municipio será led de color blanco «la mas nítida y la que produce mayor sensación de seguridad para el peatón, el mismo color por el que ha optado la mayoría de las ciudades y localidades en donde se está cambiando la iluminación. Se estima que alrededor del 3% de farolas del municipio en los barrios que ya han tienen tecnología led aún no se han cambiado, por errores o diversas circunstancias técnicas, como que hay que reparar alguna parte de la instalación, así que se irán sustituyendo en las próximas semanas. Un equipo de ajuste y detección de errores recorre el municipio y también hay un correo electrónico donde dar cuenta de ellos (iluminacionsantander@elecnor.com).
Uno de los errores ya subsanado se ha producido en las farolas de cinco brazos en la fachada del hotel Sardinero. Los globos fueron sustituidos por platos y, días más tarde, por faroles. «Fue un error de instalación porque todos los globos de las farolas de varios brazos serán sustituidos por faroles», indica Quirós. Los globos y material que se retira de las luminarias (como los cristales de las faroles ) son destruidos por Elecnor, «porque ya no nos valen para nada en Santander».
En algunos espacios públicos, como la Plaza Porticada y la Catedral de Santander, la iluminación puede variar dependiendo de los acontecimientos que se desarrollen en la ciudad, en España o en el mundo, como ya sucede en ocasiones en el Palacio de la Magdalena, el Casino o el edificio de la Casa Consistorial. En estos días se están realizando pruebas de colores en La Porticada. Impresiona verla entera teñida de encarnado.
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