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La calle Cervantes será semipeatonal. Solo circularán los coches de vecinos con garaje, servicios y emergencias. Andrés Fernández
El Ayuntamiento instalará cámaras para controlar el tráfico en Cervantes, Burgos y Los Remedios

El Ayuntamiento instalará cámaras para controlar el tráfico en Cervantes, Burgos y Los Remedios

La peatonalización de Cervantes conllevará cambios en la dirección del tránsito. Las cámaras se suman a las treinta para el nuevo MetroTUS

Miércoles, 17 de enero 2018, 07:14

Más cámaras y semáforos, cambios en las direcciones de las calles, desaparición de aparcamientos, más zonas para el peatón y menos tráfico, soterramiento de los contenedores de basuras, plantación de árboles y colocación de bancos. Además de mejora de los servicios que van soterrados, como el saneamiento. Todas estas medidas das forman parte de la semipeatonalización de la calle de Cervantes en el tramo entre Jesús de Monasterio y Cardenal Cisneros. Las obras tienen un presupuesto de 2,2 millones de euros y un plazo de ejecución de siete meses. A su realización concursan trece empresas.

Desviar el mucho tráfico que discurre por Cervantes para incorporarse a Jesús de Monasterio y atravesar el Pasaje de Peña y resituarlo por calles adyacentes conlleva otras medidas como la instalación de cámaras de control de tráfico tanto en el acceso a la calle Cervantes, como en la zona de paso subterráneo de la calle Burgos y en la Plaza de Los Remedios, zonas que verán aumentado previsiblemente el tráfico que ahora discurre por Cervantes. Estas cámaras se vienen a sumar a las treinta que se han instalado desde el Ayuntamiento a Puertochico para controlar el tráfico por las calles por las que discurrirán los autobuses articulados de dieciocho metros de longitud del autobús rápido, llamado MetroTUS.

2,2

millones de euros es el presupuesto de la obra en Cervantes

Por su parte, en el tramo superior de la calle Florida se habilitará el tráfico en dos direcciones, de tal manera que los vehículos procedentes de Cisneros puedan bajar por este vial hacia la calle Rubio y, desde aquí, tomar Isabel La Católica para incorporarse a la calle San Luis o realizar el giro sobre el paso subterráneo de la calle Burgos para dirigirse hacia el Pasaje de Peña. En estas zonas desaparecerán plazas de aparcamiento para permitir la circulación de vehículos. También desaparecerán todas las plazas de aparcamiento en la calle de Cervantes, cediendo espacio al paseo peatonal.

Para regular la nueva circulación de tráfico se instalarán cuatro nuevos semáforos y se modificará la ubicación de uno existente. El proyecto también contempla la instalación de semáforos en los pasos de peatones de la calle Lealtad (en las intersecciones con Juan de Herrera y San Francisco), para regular mejor el flujo de vehículos que se redirigirá por esta zona.

Desaparecen los coches aparcados enCervantes y el tráfico.Se ganan espacios para el peatón

El objetivo de peatonalizar Cervantes es, como dice el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, «que los vecinos y usuarios de esta calle, que concentra una importante actividad comercial, ganen en calidad de vida, con un espacio más funcional, más humano, más habitable y, además, más accesible». Este tramo de la calle Cervantes, añade Díaz, «muestra un estado deficiente, con las aceras y la calzada en mal estado y con una evidente necesidad de introducir arbolado o espacios que contribuyan a su humanización». Además, «las aceras son demasiado estrechas, lo que dificulta enormemente el tránsito de las personas, especialmente de aquellas con problemas de movilidad».

Todos serán soterrados, tanto los de residuos orgánicos como los destinados al vidrio

La mejora y renovación urbana y redistribución del tráfico han sido diseñados con la ayuda del Grupo de Investigación de Sistemas de Transporte de la Universidad de Cantabria. La solución planteada conlleva nueva pavimentación, el soterramiento de contenedores, la plantación de arbolado y nuevo mobiliario urbano, así como mejoras en las redes de abastecimiento y saneamiento. La renovada calle Cervantes tendrá un carril para el tráfico de 2,4 metros de ancho con adoquín de granito. Las aceras pasarán a tener un ancho mínimo de 1,80 metros, tal y tendrán un pavimento a base de losas de granito. También está previsto dotar a la calle de 14 parterres para encinas, se colocarán tres zonas de sillas y se renovará el alumbrado. Se dispondrán también sendos pasos de peatones con elevación en las intersecciones con las calles Cisneros y Jesús de Monasterio.

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