El Ayuntamiento plantea cubrir 14 plazas de bomberos y 40 de policías en la legislatura

El portavoz reconoce que «hay falta de personal». Y, en este sentido, valora que el problema ha sido, sobre todo, la «falta de previsión» porque las plazas que se han cubierto en los últimos años -se han incorporado ocho bomberos y siete conductores junto con las promociones internas- no han tenido en cuenta las jubilaciones. Las cuentas no dan. Las personas que han entrado no han sido suficientes para cubrir las necesidades de la plantilla, indica Lastra. No obstante, ahora el sindicato «confía» en la palabra de la alcaldesa y en que cumpla el nuevo compromiso. «Sé que son procesos largos y difíciles», añade, pero es fundamental porque hay «muchos huecos por cubrir», admite el portavoz.

Una situación similar atraviesa la Policía Local de Santander. En este caso las vacantes, según indica el Consistorio, se dividen en dos grupos: 40 de policía y 18 de oficial. Así, desde 2021 se han incorporado 70 nuevos agentes que superarían el centenar si se tienen en cuenta los datos desde 2019. Es más, en marzo se hicieron las primeras pruebas de una convocatoria, actualmente en marcha, que está dirigida a cubrir 29 plazas. A estas oposiciones se presentaron más de 300 candidatos. De este modo, una vez se incorporen los profesionales, las vacantes se reducirían a once. Es decir, teniendo en cuenta todos los mandos, el Ayuntamiento cifra en 225 el total de la plantilla (la suma incluye 24 agentes de movilidad).

No obstante, más allá de los números, el sindicato CSIF considera que para atender al «volumen de población censada» en la capital cántabra y a la cifra diaria de personas -que aumenta considerablemente durante la temporada estival-, la ciudad «tendría que contar con cerca de 300 policías». Además, los efectivos de la ciudad atraviesan otro problema y es la «carencia de medios materiales» que en las últimas semanas se ha traducido en, entre otros asuntos, problemas con las emisoras que no funcionan. Una serie de reivindicaciones que el colectivo ya ha trasladado al Equipo de Gobierno.

Para solucionar la situación, tanto la alcaldesa como el concejal de Protección Ciudadana, Eduardo Castillo, sumaron a la lista de compromisos el plan de «incrementar» y «modernizar» los medios materiales de los servicios de seguridad y emergencias con «nuevos equipos y vehículos». En este sentido, la Junta de Gobierno Local aprobó la compra de 180 chalecos antibalas para la Policía Local, con un presupuesto de 152.460 euros. Y, además, está prevista la incorporación de drones.