Las denuncias del Grupo Alceda no frenan la retirada de las barandillas de El Sardinero

Los regionalistas se sumaron a la petición, tras acusar al Consistorio de no estar siendo «el primer interesado en preservar el patrimonio de todos los santanderinos». Pero el concejal de Medio Ambiente, Movilidad Sostenible y Servicios Generales, José Ignacio Quirós, ya señaló hace un par de días que estos elementos estaban en tan mal estado que no era posible su recuperación. También señaló que las sustitutas son idénticas, extremo rechazado por los denunciantes.

El Ayuntamiento anunció su plan el pasado mes de enero y la empresa encargada del trabajo lo inició hace un par de semanas. Tiene un plazo máximo de cinco meses para finalizarlo, según el contrato firmado con el municipio, por 87.290 euros. Cuando Quirós dio a conocer el proyecto expuso que esta actuación es una más de las que se desarrolla por la renovación periódica de espacios santanderinos. El objetivo es «mejorar la seguridad en zonas en las que, por su especial exposición al oleaje y al salitre, se produce un mayor deterioro de las barandillas».

Pero el Grupo Alceda no considera a éstas un elemento cualquiera que pueda sustituirse alegremente. Según aseguró este colectivo de defensa del patrimonio hace unos días, en este caso las balaustradas están protegidas por el Plan Especial de El Sardinero, que es conjunto histórico artístico desde 1986, y todas las intervenciones que se programen en este entorno deben cumplir una serie de requisitos. La agrupación se apoya en un informe elaborado por el arquitecto Domingo de la Lastra que indica que, en el caso específico de las barandillas de la zona de El Camello, por citar solo un ejemplo, las piezas deben «conservarse con carácter integral, permitiéndose solo la realización de las obras de restauración y consolidación» necesarias para mantenerlas «en las adecuadas condiciones».

El Grupo Alceda se ha distinguido en los últimos tiempos por encabezar también la protesta -junto a otros colectivos- contra los diques que el Ministerio de Medio Ambiente está levantando en las playas de La Magdalena y Peligros con el objetivo de estabilizarlas e impedir que pierdan la arena todos los inviernos.

En este caso, la asociación critica que se intervenga de forma tan agresiva en un paisaje natural que es una seña de identidad de la ciudad de Santander y, por tanto, patrimonio de todos los santanderinos. También en este caso se han reclamado actuaciones concretas al Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla.