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Un tramo de la céntrica calle Ataúlfo Argenta, el que discurre entre Gándara y Lope de Vega, estará cerrado al tráfico durante un mes por una «avería sobrevenida». Aqualia lleva toda la semana realizando trabajos de reparación en la galería del interceptor de recogida de ... aguas pluviales en esta avenida. «La causa es el deterioro de los materiales de unas estructuras construidas hace más de cien años, así como del desgaste ocasionado por el tránsito del tráfico rodado que soporta la vía», explican fuentes del Ayuntamiento de Santander. Esto provocó el hundimiento de la calzada en ese tramo.
«La actual avería se sitúa a varios metros de distancia de la registrada y reparada el pasado año», señala el equipo de gobierno en referencia a las obras que se ejecutaron en noviembre para reforzar las estructuras de aguas residuales en esta misma zona. Igualmente, lamenta «las molestias que puedan generar las obras de reparación» e informa de que se tratará de efectuar los trabajos «en el menor breve plazo de tiempo posible».
A los vecinos de Ataúlfo Argenta que han visto la maquinaria en los últimos días seguramente se les ha venido a la cabeza la imagen del pasado noviembre, cuando esta misma calle también se vio afectada por obras aparentemente similares. Aunque según apuntan fuentes municipales, lo de esta ocasión es «una avería puntual» mientras que lo del año pasado fueron unas obras «generales» de la red de saneamiento. Entonces, los trabajos también consistieron en reparar «la galería del interceptor de recogida de aguas residuales situada en la calle Ataúlfo Argenta» y duraron doce semanas, por lo que finalizaron a finales de enero de este año. La actuación obligó a cortar el tráfico en distintos tramos de las calles Ataúlfo Argenta y Gándara. Según aseguró entonces la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, la intervención permitió renovar una parte de la red de saneamiento, «optimizando así la recogida de aguas residuales de las calles de la zona».
Desde el equipo de gobierno detectaron la necesidad de abordar esa renovación antes del pasado verano, cuando ya era apreciable un ligero hundimiento en la calzada. Por eso procedieron al hormigonado del tramo, retrasando la actuación en profundidad hasta después de la temporada estival. Los trabajos eran muy necesarios sobre todo teniendo en cuenta que no era la primera vez que se producía una incidencia en la zona. De hecho, en 2013 ya se produjo un hundimiento en la propia calle Ataúlfo Argenta. Al año siguiente ocurrió también en López Dóriga, cuando el suelo cedió al paso de un camión de la basura que hubo que sacar del socavón con una grúa.
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