El IES Cantabria se planta: «Menos gasolineras, más educación»

«Menos gasolineras, más educación». Con esta proclama, los alumnos, profesores y padres del IES Cantabria han pedido esta mañana la paralización de la construcción de una gasolinera junto al centro educativo de La Albericia, en Santander. A los adolescentes de este instituto se sumaron, además, los niños del colegio Eloy Villanueva, ya que en los próximos cursos empezarán sus estudios de Secundaria y no quieren, para entonces, tener que compartir espacio con los vehículos que entran y salen de repostar.

Las vallas del centro estaban hoy cubiertas de pancartas con diferentes mensajes con un objetivo común: evitar que vaya adelante la obra. 'Repuente, paraíso de las gasolineras', 'La letra con benceno entra' y 'Ciudad verde' han sido algunas de las reivindicaciones durante la mañana. Fue a la hora del recreo cuando tuvo lugar la concentración, con cientos de personas protestando contra la gasolinera, un proyecto del grupo La Ballena Azul. Así, todos los alumnos -los que ya están y los que estarán en los próximos cursos- han portado carteles de rechazo hacia la estación de servicio.

El presidente del AMPA (la asociación de padres y madres de alumnos) Gabriel Moreno expuso que desde que hace apenas dos semanas supieron que las obras en la parcela colindante correspondían con la construcción de este negocio, empezaron a trabajar para pararlo.

Tras reunirse con el Ayuntamiento y solicitar documentación, se emplean ahora a fondo en una demanda que les permita dar marcha atrás y hacer que ese espacio concreto se destine a otra actividad. «Fue una sorpresa, no supimos que iba a ser una gasolinera hasta que llegaron las palas y la directora preguntó a los trabajadores». La propia directora, Anabel Fernández, lamenta el rápido avance de las intervenciones: «Desde que dimos la voz de alarma para tratar de pararlo, parece que trabajan más rápido. Ahora hay dos palas en lugar de una».

Entre los padres afectados está el ex entrenador del Racing, Quique Setién, ya que su hija estudia en este instituto. Setién censura la incoherencia que supone que en clase se le eduque en valores medioambientales mientras se construye una estación de servicio a escasos metros. «Está muy concienciada con el medio ambiente y no puede entender esto», explica. En el caso de María Cristina Míguez, su hijo aún está en Primaria y el IES Cantabria le corresponderá cuando pase a la ESO. «Nos estamos replanteando llevarlo a otro centro, no queremos que esté entre gasolineras. Quizá es más fácil cambiar la ubicación del instituto que de la estación de servicio, visto lo visto. No entendemos qué clase de intereses hay».

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