Francisco Matorras
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Francisco Matorras
Catedrático en el departamento de Física Moderna de la Universidad de Cantabria, investigador del Instituto de Física de la comunidad autónoma y número uno entre 123.000 expertos de todo el mundo por las trescientas mil citas que ha generado su trabajo, Francisco Matorras Weinig ( ... Santander, 1966) ha hollado la cumbre del saber convirtiéndose en el científico español con más búsquedas en el listado del Google Académico gracias a su trabajo en el acelerador de partículas del CERN en Suiza, razón por la que se ha hecho acreedor al Premio de Honor Plaza Porticada 2024 que concede esta asociación y que él recibirá el próximo martes.
-¿Recuerda cuándo y cómo surgió su interés por la ciencia?
-No lo tengo claro, la verdad. Siempre he tenido bastante curiosidad científica así que supongo que es algo que no surgió de forma repentina sino que fue creciendo dentro de mí.
-¿Pero era más de ciencias, más de letras...?
-Más de ciencias, sí. A mí siempre se me dieron bastante bien las matemáticas.
-Ya, ¿y en qué momento se sintió científico?
-Es una buena pregunta esa... Pues quizá con la tesis doctoral, que es cuando sientes que un trabajo tuyo aporta algo a la ciencia. Aunque luego pasas por una fase en la que piensas que tu trabajo no vale nada, pero bueno, eso es algo que no me pasó a mí solo. Nos pasaba a todos.
-Usted es investigador en el campo de la física de partículas, cultivado para entender cómo se comporta la materia en su forma más básica.
-Sí, a ver. Ya sabíamos, porque nos lo explicaban en el colegio, que la materia está hecha de moléculas y que por debajo de las moléculas está hecha de átomos. Pues desde hace algunos años se sabe que hay partes más básicas bajo los átomos, que es lo que llamamos partículas subatómicas, y que son las que nosotros estamos estudiando.
-¿En qué trabaja ahora?
-Bueno, ahora estamos trabajando, y le hablo en plural porque estamos colaborando dos mil científicos, en un acelerador de partículas que lo que hace es coger dos protones, partes de átomos, acelerarlos casi a la velocidad de la luz, hacerlos colisionar y, digámoslo así, en palabras llanas, romperlos en componentes más fundamentales que son los que nosotros estudiamos para saber su comportamiento.
-Oiga, es verdad que la antimateria oculta las tres grandes preguntas que se hace el hombre? ¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos? y ¿hacia dónde vamos?
-Bueno, eso es exagerar un poco. En lo tocante a nuestro campo, una de las grandes cuestiones no es por qué existe la antimateria sino por qué no hay tanta. El modelo que tenemos ahora predeciría que deberíamos tener prácticamente la misma cantidad de materia y de antimateria, pero, en realidad, si eso fuera así, el mundo no existiría porque la materia y la antimateria se aniquilan cuando se encuentran. Igual en ese sentido podría justificar su pregunta.
-Tal y como está hoy el mundo, lo de a dónde vamos no parece muy difícil de adivinar.
-¿Por el cambio climático lo dice?
-Sí.
-Desde luego, ese es un problema que debería preocuparnos mucho más a todos.
-¿Cómo interpreta un científico esa creciente corriente negacionista que se viene observando últimamente?
-A mí me sorprende muchísimo. Yo entiendo que haya cosas de la ciencia que sean difíciles de entender si no estás metido, pero hay otras que son tan evidentes... ¿Cómo puede ser que haya personas que en pleno siglo XXI piensen que la Tierra es plana? No lo sé. No sé qué contestarle. Quizá los científicos no nos estamos expresando con la suficiente claridad.
-Una de esas teorías dice que el acelerador de partículas iba a acabar con el mundo.
-Sí. Y lo curioso es que llegó lejos porque alguien interpuso una denuncia en Estados Unidos y hubo incluso un juez que se la tomó en serio.
-¿Qué le sorprende más, eso, o que España perdiera en 2022 más de 150.000 millones de euros en capital humano por culpa de la fuga de cerebros?
-La verdad es que hacer ciencia en España es un poco difícil. Aquí, a diferencia de lo que pasa con nuestros vecinos europeos, a los que miramos con envidia, no hay una apuesta tan decidida por la investigación.
-También le he leído quejarse de la montaña burocrática que los científicos tienen que escalar en España para poder acceder a inversiones.
-Sí. Yo entiendo que tiene que existir una rendición de cuentas, pero es que, a veces, empleamos más tiempo en pedir dinero y justificar su uso que en investigar. Y me entristece mucho decirlo, pero tengo compañeros que han desistido de adentrarse en proyectos por todo el papeleo que ello significaba.
-¿En algún momento de su vida valoró usted la posibilidad de irse de aquí?
-¿Para hacer mi carrera profesional fuera?, no. Yo me he sentido muy a gusto en Cantabria. Nunca me he planteado marcharme de aquí.
-¿Cuál diría que ha sido la aportación más nefasta de la ciencia a la Humanidad?
-No lo sé... Yo creo que todos los avances científicos tienen su doble cara. Son como un cuchillo, que por un lado sirve para ayudar a cortar la carne y por el otro sirve para matar a una persona. Quizá la aportación más nefasta venga de parte de la investigación nuclear cuando derivó en la creación de la bomba atómica. El desarrollo básico de la investigación nuclear nos ha aportado cosas realmente muy buenas pero, en un momento dado, alguien cogió ese cuchillo para utilizarlo por el otro lado.
-El avance de la Inteligencia Artificial (IA) es imparable en todos los campos.
-Así es.
-¿Cuál está siendo su impacto sobre la física de partículas?
-Bueno, déjeme decirle que la IA no es algo nuevo para nosotros. Ya desde hace varios años la venimos utilizando mucho en los análisis de datos.
-Si le preguntara a ChatGPT cuáles son los cuatro científicos más influyentes de la historia, ¿qué cree que respondería?
-A ver. Déjeme pensar un poco... Albert Einsten... Charles Darwin... igual Marie Curie, aunque quizá no estaría tan arriba en la lista... Isaac Newton... Galileo Galilei...
-Los ha clavado.
-Pues mire, somos igual de inteligentes, jajaja.
-Hay un sexto, Louis Pasteur, que dijo que un poco de ciencia nos aleja de Dios pero mucha nos devuelve a él. ¿Cuanto de lejos está usted de Dios?
-Eso mismo le preguntó Napoleón a Laplace y dijo: «señor, nunca he necesitado esa hipótesis». Nosotros, los científicos, explicamos las cosas sin tener que utilizar esa hipótesis.
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