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Las pruebas de ADN han confirmado que los restos humanos hallados el pasado jueves en las inmediaciones de los ascensores que comunican la calle Alta con la calle Castilla de Santander pertenecen a Nancy Paola Reyes, como se daba casi por seguro desde ... el primer momento. La investigación de la Policía Nacional, que reconstruyó los movimientos del novio y presunto asesino de la joven guatemalteca desde que esta desapareció el 20 de agosto hasta que el hombre fue detenido una semana después, ya adelantaba que la probabilidad de que el cadáver descuartizado que apareció en siete bolsas de plástico perteneciera a la chica era «cercana al 100%». Y lo mismo el informe preliminar de la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Cantabria.
Fueron los agentes de la comisaría de Ciudad Real, donde hasta antes de trasladarse a Santander para buscar trabajo a mediados de julio vivía la pareja, los que han comunicado la noticia a los dos hermanos que Nancy Paola tiene en España. Según ha apuntado uno de ellos, Dénilson, su intención es desplazarse hoy mismo a Santander para hacerse cargo del cuerpo y comenzar los trámites administrativos para la repatriación a su ciudad natal, Nuevo San Carlos, en la región de Retalhuleu, al sur del país.
Los familiares de la joven se encuentran ya en contacto con la Embajada de Guatemala en España y con el Ayuntamiento de Ciudad Real, que se ha comprometido a colaborar tanto desde el punto de vista técnico como económico porque «nosotros no podemos costear todos los procedimientos». Hasta ahora, hasta que las pruebas de ADN no fueron definitivas, los hermanos de Nancy Paola habían decidido no comunicar la triste noticia a sus padres, que residen en el país centroamericano con las dos hijas de deja la asesinada, de 4 y 7 años, respectivamente.
A todo esto hay que sumar las complicaciones propias del viaje, ya que no existen vuelos directos desde España a causa de la pandemia. Según estudia el Consulado, habría que volar hasta París, desde allí hasta México y acabar el trayecto por carretera. Una vez conocido el resultado del ADN, falta saber qué determinan las otras dos pruebas que el Instituto de Medicina Legal encargó al Anatómico Forense de Madrid, donde envió unas muestras para realizar un análisis complementario. Las pruebas toxicológicas indicarán si a la chica le pudieron administrar alguna sustancia antes de morir y las criminalísticas servirán para tratar de averiguar qué arma o elemento se utilizó para matarla en el piso de la calle Carlos III de Santander donde residía la pareja. La Policía Nacional ve improbable que se usara un arma de fuego y baraja como más probable la asfixia, un golpe con un objeto contundente o un arma blanca como el que sirvió para descuartizarla.
A pesar de que como avanzó la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, todo apunta a que se trata de un nuevo crimen machista, el Ministerio de Igualdad aún no lo recoge como tal en sus estadísticas, a la espera de algunas comprobaciones. El lunes, el Parlamento ya realizó un minuto de silencio en repulsa a este asesinato. Fue Vox quien hizo la petición para mostrar el rechazo a «todos los actos de violencia intrafamiliar, independientemente del género de los agredidos».
En su alegato, el presidente de la Cámara, Joaquín Gómez, condenó lo que calificó como un nuevo crimen machista y también el «negacionismo que pueda existir alrededor de la violencia de género, posiciones que no contribuyen a combatirla». En cambio el Ayuntamiento de Santander, cuyos representantes se concentran a las puertas del consistorio cada vez que se produce un suceso de este tipo, está a la espera de que la Secretaría de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género confirme este caso como el número 34 en lo que va de año en España.
El Ayuntamiento de Ciudad Real ha convocado una concentración para repudiar el asesinato de Nancy Reyes.
Tras la calificación de este asesinato como «violencia de género» por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, el Ayuntamiento de Ciudad Real ha convocado una concentración a las 12.30 horas de este miércoles en la Plaza Mayor de la ciudad, atendiendo al protocolo de duelo establecido para cuando se producen este tipo de actos violentos.
Durante la concentración se llevará a cabo la lectura de un manifiesto de repudia de este asesinato, y de todos los feminicidios y violencias machistas, y se guardará un minuto de silencio.
El Consistorio ciudadrealeño ha hecho un llamamiento a los asistentes para que cumplan con las medidas de distanciamiento social y uso obligatorio de mascarilla a las que obliga la actual situación de pandemia de covid-19
Además se instalará un icono contra las violencias machistas en la web municipal, se colocará un lazo morado en la balconada del carillón de la Plaza Mayor, se iluminará la fuente de Alfonso X el sabio con color violeta, y se colocará un lazo morado en los informativos de Ciudad Real Televisión.
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Así fue la investigación
A raíz de la denuncia por desaparición, la Policía Nacional inició una investigación que ha requerido una intensa actividad de coordinación entre agentes y unidades de varias provincias. La inspección ocular en el domicilio donde había convivido la pareja en Santander permitió hallar diversos vestigios que indicaban la posibilidad de que se hubiese podido cometer un delito violento en el mismo.
Si bien no se descartó ninguna posibilidad a priori, a medida que la investigación avanzaba fue cobrando más fuerza la hipótesis de que la joven no hubiera desaparecido voluntariamente, sino que pudiera haber sido víctima de su pareja, por lo que los agentes trabajaron para recopilar indicios y pruebas suficientes para comprobar lo sucedido y tratar de reconstruir el 'iter criminis' seguido por el presunto autor de los hechos.
Así lo contamos
José Carlos Rojo Daniel Martínez
Daniel Martínez
El día 27 de agosto se pudo detener en la Comisaría de Distrito Centro de Madrid a la pareja de la joven desaparecida, un varón colombiano de 28 años, que había acudido para interponer una denuncia por la desaparición de la joven. Una vez puesto a disposición judicial, fue enviado a prisión donde continúa en la actualidad.
En vista de todos los indicios y pruebas recabadas, los investigadores de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria llegaron a la conclusión de que la joven ha podido ser víctima de la violencia de su pareja, reconstruyeron los hechos y establecieron un dispositivo en varios puntos de Santander (Barrio Pesquero y Peña del Cuervo) para tratar de localizar a la víctima. Para ello se ha contado con el apoyo de un equipo del G.E.O (Grupo Especial de Operaciones) que se había desplazado el pasado día 16 a Santander para colaborar en la localización del cuerpo. En un primer momento, los GEO rastrearon la zona del Puerto Pesquero, ya que una de las hipótesis con las que trabajaban los investigadores era la posibilidad de que el cuerpo de la víctima hubiese sido arrojado al mar; posteriormente se incorporaron al dispositivo de búsqueda establecido en la zona de la Peña del Cuervo.
Es en este lugar donde en la mañana del día 17 de septiembre agentes de la Policía Judicial de Santander y del GEO localizaban unos restos humanos que se encontraban metidos en bolsas de plástico, y que, en principio y a la espera del resultado de la autopsia por parte del Instituto de Medicina Legal de Santander, parecían pertenecer a la misma persona. Concretamente, las bolsas se encontraron en varios puntos no muy alejados entre sí, en una escondida zona descampada con maleza, matorrales y desniveles, algunas de muy difícil acceso.
La investigación continúa abierta para lograr el total esclarecimiento de los hechos.
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