Hasta el cónsul de Malta

Noticia Relacionada

Gema Igual: «Todos los sacrificios merecerán la pena por el avance de Santander»

Gonzalo Sellers

Por estar estaba hasta el cónsul de Malta. El obispo, los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, exalcaldes (De la Serna, Piñeiro y Huerta), políticos (Marina Lombó, Martínez Sieso, Pedro Casares...), futuras presidentas (Buruaga), portavoces de la Justicia (López del Moral), exdeportistas (Laura Nicholls, que renunció al acta de concejal tras presentarse en la lista del PRC), artistas (Jimmy Barnatán, hijo de la nueva concejala Rosa Pereda)... El Paraninfo de La Magdalena estuvo a reventar en el pleno constitucional de la corporación de la capital cántabra. Con el punto solemne del acto, pero también con un toque familiar (especialmente, con la ilusión palpable de los familiares de los ediles que se estrenaban) y, sobre todo, muy muy santanderino. Sin que nadie se lo tome a mal (porque no es malo), todo muy STV (Santanderino de Toda la Vida).

Se trata, básicamente, de un acto protocolario. Tanto, que el secretario municipal juega un papel determinante. Actas, burocracias, certificados... Junto a Pereda (PSOE) –la más veterana–, en la Mesa de Edad, Keruin Martínez (IU/Podemos) –el más joven–. Precisamente Martínez fue el que 'modificó' más el formato general del texto para jurar el cargo que leyeron uno a uno todos los concejales: «Con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado». Él prometió en vez de jurar (no fue el único), añadió el Estatuto de Autonomía de Cantabria (tampoco fue el único, lo hicieron dos concejalas del PSOE), incluyó en su mensaje «por imperativo legal» y no mencionó al monarca.

Ese momento de los concejales iba a compañado por la imposición de la medalla municipal, que en algún caso se complicó al cerrar el nudo en el cuello de los representantes. Cosas del directo antes de la votación. Otra vez protocolo, otra vez uno a uno, en esta ocasión para dejar la papeleta en la urna dispuesta sobre una mesa junto al bastón de mando de la ciudad.

Y ahí, superado el sofoco que provocó la estadística, el momento de la foto: Igual, esta vez con una mayoría absoluta que coloreó buena parte de su discurso, fue nombrada oficialmente alcaldesa. Una de las imágenes (con Buruaga en primera fila) que confirma el triunfo de los populares en las últimas elecciones.

«Ya sabía que iba a ocurrir», confesó Igual al soltar una lagrimilla hablando de los suyos –ya le pasó la noche electoral–. Sobre todo, de su hija, Sara. Sus años son casi los de su madre en el cargo, «compartiendo mis ausencias y ahora siendo consciente de lo que supone mi trabajo». Luego, como cierre, los himnos de Cantabria y de España (se escuchó un «Viva España») a cargo de la Banda Municipal. Eso y una larga sesión de abrazos.

Con prisa, eso sí. Igual tenía que casar a una pareja a la una.