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El que ha prendido fuego a doce contenedores desde la noche del viernes -o los, porque los investigadores no saben hasta ahora si es una persona o varias- sí que parece tener claro en qué puntos concretos debe actuar para no ser detectado. Fuentes ... del Ayuntamiento confirmaron ayer a este periódico que todos los contenedores quemados coincidían con zonas en las que no hay cámaras de vigilancia. Los seis de la madrugada del sábado, los dos en la del domingo y los últimos cuatro -por ahora- de la del lunes. «Pedimos colaboración ciudadana a los vecinos, porque el autor de estos hechos -si es que hay uno solo- no va a actuar cuando la policía esté delante. Por eso necesitamos ayuda de vecinos asomados a ventanas, de conductores que vean actitudes extrañas cerca de contenedores... Que avisen, por favor. A ver si entre todos damos con el responsable», solicitaban desde la Policía Local, que trabaja en la investigación junto a la Policía Nacional.
En eso, en que hay una investigación en marcha de forma conjunta entre los dos cuerpos policiales, incidía ayer el concejal de Protección Ciudadana, Pedro Nalda. «Están investigando y, por ahora, no se sabe si es una persona o son varias». Preguntado por la posibilidad de algún dispositivo especial, Nalda destacaba la dificultad de un operativo «porque el problema abarca toda la ciudad, no una zona concreta». Ahí conviene echar un vistazo a las huellas de fuego que estos hechos han dejado en el mapa.
Sí que hay cierta coincidencia en las dos primeras noches. La zona de General Dávila donde primero se vieron llamas está a escasos metros de Vía Cornelia, donde ardieron dos contenedores la noche siguiente, además de un coche (y daños en otros). Pero el rastro de las actuaciones fue después a puntos como Duque de Ahumada, Camilo Alonso Vega e Isaac Peral. Y, de hecho, la zona elegida en las últimas actuaciones conocidas se trasladó a Magallanes y Juan de la Cosa.
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«Son todos intencionados. Con el tiempo de frío y lluvia que estamos teniendo no prenden solos», relataban fuentes de los Bomberos de la ciudad, que tienen claro que para que los contenedores ardan es necesario algún tipo de acelerador. La noche del domingo al lunes también les tocó actuar. Primero, pasadas las doce, en Magallanes. «La Policía Local -contaban- tenía controlada la situación cuando llegamos». Allí, la rápida actuación de un vecino, que vio las llamas desde la ventana y que dio aviso inmediatamante a los servicios de emergencias, hizo que los coches que estaban aparcados al lado del contenedor quemado no sufrieran daños. Es más, el propio vecino subió y bajó de casa con cubos de agua para tratar de apagar el fuego. Sumado a los dos extintores utilizados, uno de una patrulla de la Policía Local y otro de la grúa municipal que se desplazó por si fuera necesario retirar vehículos, se logró que la cosa no fuera a más.
Pero casi seis horas después, el 112 avisó a Bomberos y Policía Local de un segundo incendio en la calle Juan de la Cosa, donde había tres contenedores ardiendo. Aquí, la radiación del fuego afectó a cuatro vehículos, un portal cercano y a las persianas de la vivienda del primer piso (algo que, unido a los efectos de las dos primeras noches, hace que la preocupación entre los vecinos vaya en aumento).
Al hilo de los hechos, desde Vox pidieron ayer al Ayuntamiento de Santander y a la Delegación del Gobierno que empiecen «a tomar en serio la investigación de estos sucesos para encontrar y detener a los culpables». El concejal de este partido, Guillermo Pérez-Cosío, asegura que estas noticias son «algo habitual» y «nuestros vecinos cada vez que llega el fin de semana ya no duermen tranquilos». Por eso, reclama «mayor presencia policial por las noches».
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