Borrar
Dotaciones de bomberos, en el dispositivo de emergencias desplegado en La Albericia. Juanjo Santamaría

Tres muertos y trece heridos en la explosión y derrumbe de un edificio en La Albericia

Los fallecidos son un matrimonio, cuyas hijas fueron rescatadas por la ventana, y un vecino que residía solo en el primero derecha | El incendio se produjo por un posible escape de gas que está siendo investigado por la Policía. El Ayuntamiento de Santander decreta tres días de luto

Sábado, 26 de octubre 2024

Sobre las 03.45 horas de la madrugada de este sábado se escuchó el primer «petardazo». Minutos después, la línea del 112 se saturó de avisos por un incendio provocado posiblemente por una explosión tras un escape de gas en el número 24 de la calle Albericia, en Santander. El edificio ardía y algunos vecinos, «desesperados», saltaban por la ventana. Otros, como Kimi, que vive en el bajo del inmueble, consiguieron salir por sus propios medios, igual que el resto de su familia. Eso sí, con lo puesto. Desde ese momento, los vecinos del barrio pasaron siete horas «agónicas» hasta conocer el peor desenlace posible: tres muertos, trece heridos y una ciudad que está de luto oficial durante tres días por la tragedia en La Albericia.

El virulento incendio que se desencadenó tras la explosión sobresaltó a los residentes del barrio y obligó a desalojar los tres edificios contiguos al afectado, un inmueble construido en los años cuarenta en el que vivían 21 personas repartidas en seis pisos. Desde primera hora, el relato de los afectados por el suceso llevó a los servicios de emergencia a buscar sin descanso a tres personas que no habían podido abandonar sus hogares. Llenos de dudas y con apoyo psicológico, los vecinos afectados recibieron el «mazazo» final. Pasadas las ocho y media de la mañana fue rescatado el cuerpo sin vida de Manuel Fernández Cuenca, un hombre de 43 años que residía solo en el primero derecha. Un par de horas más tarde también fueron hallados los cadáveres de un matrimonio, Daniel y Raquel, a cuyas hijas, de 2 y 19 años, ayudaron a escapar de las llamas el resto de los vecinos. A pesar de que en las primeras horas había muchas preguntas sobre la mesa y también varias hipótesis, los agentes de las unidades Judicial y Científica de la Policía Nacional investigan el origen del suceso y se ha decretado el secreto de sumario.

Los que tuvieron más suerte fueron los residentes del edificio calcinado que sí lograron escapar de las llamas. Según el primer balance de heridos del suceso, que tuvo lugar a las ocho y media de la mañana en el Hospital de Valdecilla, diez personas habían resultado heridas, «de las que siete fueron ingresadas en el Hospital de Marqués de Valdecilla, mientras que otro varón de 58 años fue trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Cruces (Vizcaya)», explicó Ramón Herrería, director médico del hospital. En el balance de la tarde, el número de heridos por el suceso ascendió a trece.

La imagen se ve claramente el hueco que ha dejado el siniestro

Ver 43 fotos

La imagen se ve claramente el hueco que ha dejado el siniestro Sane

La madrugada fue muy larga para las decenas de vecinos desalojados y otros muchos que salieron a la calle cuando el ruido «ensordecedor» les sacó de la cama. También para las dotaciones de los Bomberos de Santander, del 061, la Policía Nacional y Local, Cruz Roja y Protección Civil, que trabajaron sin descanso. «Fue como una bomba. Horrible. De hecho, lo primero que se me vino a la cabeza es que se trataba de un coche bomba e inevitablemente me acordé de cuando ETA atentó en nuestro barrio también», contaba César Zorrilla, que vive a 200 metros del edificio, y que, durante los momentos de confusión y tensión vividos, colaboró para intentar evacuar al mayor número de personas posible. «No me lo he pensado dos veces». Cabe recordar que el edificio que se desplomó está a escasa distancia del lugar en el que la banda terrorista hizo explotar un coche bomba en 1992, atentado en el que murieron tres personas y otras 21 resultaron heridas.

«¿Cuándo va a parar esto? ¿Qué va a pasar con nuestras vidas ahora?» «¿Dónde vamos a vivir? Estamos en la calle». La desesperación de los que este sábado vieron cómo su vida se resumió a escombros fue en aumento al ver que el fuego, seis horas después del inicio del incendio, no se sofocaba. Y la tensión también. Especialmente entre los que esperaban noticias de sus seres queridos y familiares. Por eso, la gran mayoría de los afectados y vecinos desalojados, que por la tarde volvieron a sus casas –los primeros a por sus mascotas y pertenencias y los segundos al confirmarse que las estructuras de sus viviendas no corrían peligro– no quisieron moverse del lugar de los hechos, acordonado por la Policía Nacional, «hasta no conocer más novedades sobre lo sucedido. No nos vamos tranquilos».

Eso, a pesar de que el Ayuntamiento de Santander les ofreció la posibilidad de desplazarse hasta el Centro de Acogida Princesa Letizia, –solo tres vecinos acudieron al albergue–. Protección Civil montó un hospital y tienda de campaña con alimentos y café para todos los afectados. Y hasta la zona se desplazó también un autobús municipal para que los vecinos pudieran estar a cubierto. Allí, con mantas térmicas, recibieron el apoyo de la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y de los concejales de Medio Ambiente, Margarita Rojo, y Fomento, Agustín Navarro, que les explicaron los pasos a seguir tras el «trágico» suceso.

Los bomberos rescatan con vida a un perro

Juanjo Santamaría

Incendio desatado tras la explosión.

Sane

Los vecinos han sacado mantas y cafe para los afectados, que esperan en la calle a saber que ha pasado

Juanjo Santamaría
La alcaldesa en uno de los autobuses en el que aprte de los afectados han sido trasladado al centro Princesa Letizia

1 /

Pasadas las diez y media de la mañana, la desesperación se apoderó de todos los allí presentes. «Pasan las horas y no sabemos nada de nuestros vecinos. Un matrimonio joven, por favor, que nos digan algo», repetían los allegados de las víctimas. Al otro lado de la tienda de campaña habilitada se escuchaban los gritos y llantos de los familiares que se temían lo que finalmente les iban a confirmar las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado. «¿Por qué? ¿Por qué a nosotros?», se oía una y otra vez. Una vez los familiares del matrimonio fallecido conocieron la noticia, la alcaldesa habló con los medios. «Hemos esperado hasta el momento en el que los allegados más directos lo han conocido de mano de sus familiares y no nuestra, que nos ha parecido lo más oportuno, y lo hemos coordinado así entre todos».

En el lugar también estuvieron presentes casi desde el principio la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, y la Jefa Superior de la Policía Nacional, Carmen Martínez. La presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, también acudió acompañada por la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, y el director del Servicio de Emergencias del 112, Samuel Ruiz. A lo largo de la mañana se fueron acercando los concejales del Ayuntamiento de Santander, entre ellos, Eduardo Castillo, de Protección Ciudadana.

«Es un momento de dolor para todos y, en especial, para las familias y vecinos afectados. En nombre del Gobierno quiero trasladar todo mi apoyo y solidaridad en estos difíciles momentos», detalló Gómez de Diego, que también agradeció el trabajo de «todos los agentes y servicios de emergencia», además de elogiar la respuesta «inmediata y valiente» desde los primeros instantes del siniestro. Y es que, entre los heridos, había dos policías nacionales, uno de ellos afectado por inhalación de humo al rescatar a una niña que se encontraba en el edificio, y otro con una fractura en un dedo. Por su parte, la presidenta de Cantabria contó que se desplazó hasta el lugar de los hechos a «hacer lo que podemos hacer, que es estar acompañando a la alcaldesa y al Ayuntamiento», además de seguir «muy de cerca toda esa labor extraordinaria que han estado haciendo los cuerpos y los dispositivos de intervención a lo largo de todas estas horas».

Tal fue la trascendencia de los hechos ocurridos en la capital cántabra que el Rey Felipe VI trasladó el pésame de la Familia Real por los tres fallecidos por la tragedia de La Albericia. Aunque fue más allá y, según detalló Buruaga a través de sus redes sociales, también llamó a la presidenta para mostrar sus condolencias a los familiares de las víctimas. Mientras, en la calle la Albericia, en donde ya no se habla de otra cosa, tratan de recuperarse de un «nuevo susto».

Cabe recordar que el edificio que se ha desplomado está a escasa distancia del lugar en el que ETA hizo explotar un coche bomba en 1992, atentado en el que murieron tres personas y otras 17 resultaron heridas. De hecho, muchos de los que ahora esperan en la calle remememoran lo vivido hace 32 años.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Tres muertos y trece heridos en la explosión y derrumbe de un edificio en La Albericia