Desalojado el centro comercial del Alisal por un incendio en un cuadro eléctrico

A los pocos minutos llegó una dotación de los Bomberos de Santander, que apuntó las mangueras contra la humareda. No eran suficientes porque al cabo de un par de horas se unió otra dotación y una autoescala para seguir luchando contra las llamas. Al cierre de esta edición se desconocía cómo se inició el incendio. También se desplazaron hasta allí agentes de la Policía Nacional y de la Local, así como una ambulancia del 061, que acudió por prevención, pero no tuvo que atender a nadie.

Aunque los clientes fueron abandonando el recinto del centro comercial con el paso de los minutos, los empleados de las tiendas se quedaron allí. «Estoy en el turno de tarde y, hasta que no me digan lo contrario, me tendré que quedar aquí», relató uno de ellos, que observaba a los bomberos tras la cinta policial.

Aunque del interior del edificio salía bastante humo, el fuego no llegó a los edificios colindantes. La tienda de bricolaje Akí, que linda con Carrefour, continuó abierta y funcionando con normalidad. Además de empleados y clientes, muchos curiosos se habían acercado al ver la escena desde lejos. «Nuestra tienda está destrozada, han tenido que cortar la verja para acceder. El doble techo está muy afectado también», expuso Laura Zorrilla, de la perfumería Douglas, una de las más dañadas por su cercanía al cuarto de cuadros eléctricos.

Una de las empleadas más preocupadas era Andrea Cabrero, de Crazy Zoo. «Queremos sacar a los animales, pero no nos dejan entrar. Nos han dicho que la zona donde se encuentra la tienda está alejada del incendio, pero los pájaros pueden tener problemas con el humo», lamentó la mujer. El incendio se detectó muy pronto y muchos trabajadores sólo se enteraron cuando les avisaron para desalojar. «Iba a entrar al interior y fue cuando me dijeron que había que salir, no me había dado cuenta», explicó María Luisa Frande, del quiosco de la Once ubicado en la entrada del edificio.

«Venía a un recado y me he encontrado con esto», narró Betania Carvalhio. La joven había encargado un artículo en una de las tiendas del centro comercial y, cuando se disponía a recogerlo, se encontró con la columna de humo. «Podía haberme pillado dentro». Pero cuando llegó, ya no estaba permitido el acceso. «He preguntado cuándo podré venir a por ello y no me han sabido decir; vendré en unos días porque hoy no creo que se resuelva». De hecho, la Policía seguirá hoy investigando cómo pudo producirse el fuego en el cuarto afectado.