Secciones
Servicios
Destacamos
«Mira cómo está el mar, el desembarco va a estar difícil». El chico le muestra a su amigo el vaivén de las olas desde la ventana del autobús que los conduce, a media tarde, hasta la Segunda Playa de El Sardinero. En el ... autobús también viaja algún veterano del Ejército –con gorra y un montón de medallas en las solapas de su americana– y familias que han decidido acercarse hasta la playa para ver la recreación del Desembarco de Normandía organizada por la asociación Códex Bélix. Pero las previsiones del chico se cumplieron con creces: ayer, la organización optó por suspender la acción concreta del desembarco debido a la marea viva. Se suspendió, aseguró la organización por megafonía, para garantizar la seguridad de los figurantes. Así que los aliados, en vez de llegar por el mar, aparecieron corriendo por los lados de la playa.
El resto de movimientos de esta gran batalla de la II Guerra Mundial –los tiros, las explosiones, el avance reptante sobre la arena...– sí se interpretaron. Se encargaron de ello cerca de doscientos figurantes miembros de Codex Belix, un colectivo especializado en la recreación de episodios bélicos de la historia, sobre todo, en las comunidades mediterráneas. Es la primera vez que representan en Santander el Desembarco de Normandía y lo hacen con motivo del 75 aniversario de la batalla y con el apoyo del Ayuntamiento de Santander, de la Delegación de Gobierno y, sobre todo, del Ministerio de Defensa.
Miles de personas se acercaron a contemplar el espectáculo de la Segunda Playa y también participaron de las actividades y atracciones programadas en el Parque de Mesones y alrededores: un circuito de historia bélica –con recreaciones a través de los siglos–; casetas con pinchos y bebida; expositores de quesos, conservas y otros productos cántabros; un estand de la asociación de reservistas voluntarios; tiendas de ropa y parafernalia militares; varias churrerías; un escenario para la música en directo, puestos de artesanía, un expositor informativo del Ejército de Tierra. La campa de Mesones estaba, ayer a media tarde, a rebosar. Se adivinaba entre el público a los aficionados racinguistas que, aprovechando la cercanía con el estadio, se pasearon por esta especie de feria histórico-bélica antes del partido contra el Numancia.
La acción de ayer se se tituló 'Desembarco de Normandía, Día D 1944'. A los recreadores se sumaron un avión de época de la Segunda Guerra Mundial, que sobrevoló El Sardinero durante la tarde; una embarcación de la Guardia Civil; una lancha de desembarco, y la patrullera de altura 'Centinela P-72' de la Armada española. Un barco de 'Los Reginas', un velero y varias motos acuáticas se acercaron también al tramo de playa que se acotó para la recreación bélica. Entre todos, un cuadro marítimo singular.
El guión de la historia era conocido, pero eso no impidió que parte del público viviera la victoria de los norteamericanos y de los británicos con cierto apasionamiento. Para recrear la acción, se cavaron zanjas en la arena, se colocaron alambradas y los soldados alemanes y aliados se situaron estratégicamente sobre el terreno, todos armados, todos con casco, cantimplora y ropa de camuflaje. A falta de desembarco –que acabaría por mermar la duración de la recreación–, los americanos y los británicos irrumpieron en escena por los laterales. Un 'speaker' iba narrando el contexto histórico de la batalla: los prolegómenos del desembarco, en junio de 1944; las localizaciones geográficas; las características de las playas normandas y de los ejércitos en liza; la presencia en la batalla del gaitero Bill Millin, de los Cameron Highlanders, quien al parecer no dejó de tocar en ningún momento. En la Batalla de Normandía, que ganó luego de semanas de lucha el bando de los aliados, murieron, solo en la playa de Omaha, cerca de 4.000 hombres, pero ayer la sangre y los aullidos de dolor tenían que imaginarse.
A las seis y diez de la tarde, los americanos ya habían acabado con la resistencia nazi y contaban a sus prisioneros. Aplausos y vítores del público: el relato histórico se mantenía intacto. Luego llegaron las fotos con los figurantes y la búsqueda en la arena de casquillos y 'restos bélicos' que llevarse a casa. Por megafonía se emplazó a tener paciencia antes de sobrepasar el perímetro donde había tenido lugar la representación, pero muchos tenían prisa por una autofoto con soldado.
Se sabe que el Desembarco de Normadía estaba incialmente programado para el 5 de junio, pero se retrasó un día para poder acometerlo con mejores condiciones climatológicas. En Códex Bélix, de algún modo, esperan que esto también les ocurra a ellos: hoy reinterpretarán esta batalla –con la historia del gallego Manuel Otero, que iba en uno de los barcos, como hilo conductor– de nuevo en la Segunda Playa. Será a las 13.30 horas. La programación del último día de actividad en Mesones y alrededores se completa con un espectáculo de paracaidismo (12.00) a cargo del Ejército del Aire –que desplegará las banderas de España y de Santander en el salto– y la actividad que se genere en los expositores y en el circuito histórico.
Ver más
Ángela Casado
Ángela Casado
Antonio Lalaguna Arroyo es presidente de Códex Bélix. ¿Por qué la asociación se ha decidido a traer el desembarco a la capital? «Santander tiene un parecido con Normandía. Aquí, el tipo de paisaje, sobre todo en la parte del faro, es muy parecido a la Normadía del norte, donde desembarcaron los aliados», interpreta. Una vez que el resto de comunidades cantábricas quedaron descartadas, el colectivo miró a Cantabria. «Es la primera vez que lo hacemos en Santander. Es verdad que esperamos más colaboración del Ayuntamiento porque, si no, un evento de estas características no se puede hacer», añade Lalaguna mientras se sacude el traje militar de paño verde. Ayer el presidente de Códex Bélix participó en la recreación encarnando a un coronel de infantería –el 916 Regimiento de Infantería, concretamente– del ejército alemán.
El Ayuntamiento ha cedido el espacio para instalar las atracciones y recrear la guerra, pero a la asociación le resulta algo insuficiente. «Este evento está valorado en más de 100.000 euros, y es un evento multitudinario de público. No sé si en Santander habrá habido este año otros eventos como este».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.