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Poner en relieve la importancia de la comunicación sobre la salud mental es el principal objetivo de la jornada técnica 'Cómo informar sobre salud mental en los medios de comunicación', organizada por el Centro Hospitalario Padre Menni y Salud Mental Cantabria (Ascasam), celebrada este martes ... en la Fundación Caja Cantabria de Santander.
Para ofrecer una visión multidisciplinar del tema, en el encuentro, moderado por Jesús Artal, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), han participado tres profesionales de distintos ramos. Así, Víctor Ferreira, director médico de Padre Menni presentó la visión de los trabajadores de la salud y sociales. Abordó el asunto desde su perfil más íntimo, con la relevancia del secreto profesional como principal factor a tener en cuenta a la hora de informar a las familias de un paciente; hasta su aspecto más mediático. «En Medicina no existen siempre o nunca y solo podemos informar cuando exista una medida judicial o el paciente no tenga completas sus facultades», explicó. Después relató la forma en que los medios de comunicación abordan algunos sucesos y cómo pueden dar lugar «a estigmatizaciones». «Es más fácil digerir que alguien ha hecho algo que escapa a nuestra compresión si ha sido en un estado de enagenación mental», aseguraba. Recalcaba el experto que, aunque exista, la enfermedad mental puede no ser la causa de ciertos comportamientos, «a veces es dificil aceptar que convivimos con personas malas y nada más justifica sus actos», argumentaba.
Por su parte, Dolores Gallardo, presidenta de la Asociación de Periodistas de Cantabria (APC), ofrecía la mirada de los comunicadores. Calificaba la jornada como «necesaria» y aportaba un dato, «el 75 % de los periodistas reconoce que la salud mental es un problema del sector. Nadie se libra». Gallardo explicó la responsabilidad de los periodistas en la forma de abordar las noticias relacionadas con la salud mental en los medios de comunicación. «Tenemos la obligación de normalizar una realidad silenciada y para ello debemos escuchar a expertos y pacientes», considera. Hablaba también de los errores que no deberían cometer los comunicadores, «ni generalizar ni poner etiquetas estigmatizantes. No debemos relacionar trastornos mentales con violencia. Hay que evitar los enfoques paternalistas, compasivos o sensacionalistas».
Hubo varias informaciones sobre las que los distintos ponentes ejemplificaron sus posturas. Una de ellas, fue abordada tanto por Gallardo como Arrarte como un ejemplo de «cosas que se hacen bien» a la hora de visibilizar la realidad de las familias y los pacientes con problemas de salud mental, la entrevista a la madre de un joven que se atrincheró durante días en su casa de Castro Urdiales, publicada por El Diario Montañés el pasado mes de septiembre.
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«Los medios de comunicación podemos paliar la estigmatización de la enfermedad mental siendo rigurosos», consideraba Gallardo. Concluía enumerando los ingredientes de la receta de ese rigor, «sentido común, respeto a la verdad y ética periodística».
Soledad Arrarte, directora de Ascasam, llegaba con dos documentos debajo del brazo, un vídeo en que usuarios de Ascasam y sus familias hablaban del tratamiento de la salud mental por parte de los medios de comunicación y una guía de estilo editada por la Confederación Salud Mental España. «Las palabras sí importan ya que se sigue transmitiendo una imagen errónea y negativa de los problemas de salud mental», opina.
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