![Una escultura recordará en Santander a las tres víctimas del 'caso Almería'](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202110/14/media/cortadas/almeria-648-kAiE--1248x818@Diario%20Montanes.jpg)
![Una escultura recordará en Santander a las tres víctimas del 'caso Almería'](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202110/14/media/cortadas/almeria-648-kAiE--1248x818@Diario%20Montanes.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
No olvidar y, en la medida de lo posible, reparar el largo olvido. Eso es lo que pretende el Gobierno regional mañana con la inauguración de una escultura en la plaza de las Estaciones de Santander para reconocer a las tres víctimas del 'caso Almería'. ... Tres jóvenes radicados en la región que el 10 de mayo de 1981 fueron torturados, acribillados a balazos y quemados en esa provincia andaluza a manos de la Guardia Civil, que los confundió con etarras. El acto, en los jardines frente a Renfe y Feve, se celebrará a las 19.00 horas coincidiendo con el cuarenta aniversario del asesinato de Luis Montero, Luis Cobo y Juan Mañas.
«Se trata de no olvidar y, sobre todo, de que no vuelva a ocurrir», sentenció ayer el vicepresidente regional en el acto en el que desveló los detalles del homenaje. Pablo Zuloaga justificó la tardanza porque «la joven democracia española no supo reaccionar en 1981 para dar respuesta a un crimen atroz que se llevó por delante vidas inocentes». En este sentido, el Gobierno regional trabaja para que el central pueda dar cumplimiento a las declaraciones institucionales que, tanto el Ayuntamiento de Santander como el Parlamento cántabro, aprobaron, respectivamente, en 2016 y 2018 con el objetivo de que Cobo, Montero y Mañas sean reconocidos como víctimas de terrorismo.
Luis Cobo Santanderino, 28 años. Trabajaba en Aceriasa y acudió a Almería para la comunión del hermano de Mañas.
Luis Montero Tenía 33 años. Su familia vivía en Cantabria. Trabajador de Fyesa, estaba afiliado a Comisiones Obreras.
Juan Mañas Natural de Pechina (Almería). Tenía 24 años. Trabajaba en Feve en la estación de Santander.
Una aspiración por la que viene luchando la asociación Desmemoriados, principal impulsora del reconocimiento y reparo a los tres jóvenes asesinados por la Benemérita, que nació en 2015 para recuperar «la memoria colectiva de Cantabria». Precisamente uno de sus integrantes, Javier Merino, explicó ayer que «no hubo verdad, ya que los hechos se trataron de encubrir; no hubo justicia, ya que sólo fueron condenados tres de los once guardias civiles que participaron en los asesinatos y no hubo reparación, ya que las familias quedaron sometidas a la soledad y abandono institucional».
Para evitar que se repitan casos como este, Zuloaga, al que acompañó la directora general de Memoria Histórica, Zoraida Hijosa, reivindicó la necesidad de contar en Cantabria con una Ley de Memoria Histórica, que actualmente se encuentra en trámite después de que el Gobierno aceptase negociar algunos de los puntos polémicos del texto a juicio de la oposición. El vicepresidente regional aseguró que la normativa será aprobada por el Parlamento «en las próximas semanas» y que contará con una partida específica dentro de los Presupuestos de Cantabria.
Para recordar a los tres jóvenes, el Ejecutivo ha encargado al artista Nacho Zubelzu una escultura de acero compuesta por tres siluetas de espacios vaciados como metáfora de las tres vidas. «Las siluetas atestiguan la permanencia en la memoria de quienes las observan para hacer reflexionar sobre la sinrazón, el odio y la injusticia», explica el Gobierno en un comunicado.
El 'caso Almería' sigue siendo un gran desconocido en España, incluso a día de hoy. Juan Mañas trabajaba en Cantabria y era oriundo de Pechina (Almería). Hasta la provincia andaluza se desplazó en compañía de sus amigos Luis Cobo y Luis Montero para acudir a la comunión de su hermano Francisco. El Estado habló de «trágico error», no reconoció la tortura, y dijo haberles confundido con los etarras autores del atentado que acabó con la vida de cuatro militares en Madrid, entre los que se encontraba el teniente general Joaquín Valenzuela. Sus cuerpos aparecieron en el fondo de un barranco, calcinados dentro de un coche. Se quiso simular un accidente en la supuesta huida y tiroteo con la Guardia Civil, pero sus cuerpos habían sido torturados, desmembrados y acribillados a balazos.
La condena fue por homicidio y no por asesinato, con el atenuante de «obediencia del deber». El entonces teniente coronel Carlos Castillo afrontó 24 años de cárcel -cumplió 11-; el teniente Manuel Gómez 15 años -estuvo 7- y el guardia Manuel Fernández Llamas 12 -sólo 5 en prisión-.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.