Secciones
Servicios
Destacamos
Más que compañeros, son una gran familia. Los comerciantes del Mercado de la Esperanza trabajan codo con codo a diario, pero además muchos se conocen de toda la vida, desde la niñez. Porque muchos pertenecen a la tercera generación de los negocios familiares que hoy regentan y que sus abuelos inauguraron a la vez que la plaza en 1904. Su afinidad se notó al realizar esta gran foto de familia, donde unos y otros iban avisándose de que había llegado el momento de posar para celebrar el 120 aniversario del mercado. «Espera, espera, que ahí llegan más», alertaban al fotógrafo a la hora de la cita, mientras aparecían por la acera algunos comerciantes apurados por salir en la instantánea. No es fácil poner a todos de acuerdo; son muchos y las mañanas son maratonianas en la plaza, pero la mayoría lograron sacar un hueco para inmortalizar juntos esta fecha.
Aunque el comercio –como todo– ha cambiado mucho en los últimos 120 años, los comerciantes de la Esperanza coinciden en que se sienten «afortunados» por trabajar en la emblemática plaza que, a pesar del auge de los supermercados, siguen siendo referencia del comercio de la ciudad. Rocío, de Carnicería Rocío Callejo, es una de las que alaba el trabajo diario en el mercado. La mejor prueba es lo complicado que se hace hablar con ella mientras atiende sin descanso a un cliente tras otro. Cerca de su puesto están los hermanos Toño y Jesús de la Carnicería Tito, cuyo abuelo logró el puesto en el que trabajan hoy en la subasta que se hizo en 1904, cuando se inauguró el mercado. Nacho, de la Charcutería García, es el portavoz de la asociación de comerciantes de La Esperanza y destaca con orgullo la trayectoria de la plaza: «Lo celebraremos esta semana con sorteos para los clientes».
Noticia relacionada
Ángela Casado
La clave por la que el negocio sigue funcionando es la buena calidad de los productos, que repercute directamente en la fidelidad de sus clientes. Como apunta Pablo, de Congelados Plaza, el negocio «ha cambiado mucho desde que empecé con 14 años –ahora tiene 62– con mis padres», pero aunque surjan grandes superficies, «el mercado es el mercado»: «Tengo clientes que vienen desde hace 30 años, venían los padres, vienen los hijos... Esto es un negocio familiar, con clientes que casi son amigos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.