Una familia de gigantes
Historia ·
Don Pantaleón, Doña Tomasa, La Repipiada y La Vieja de Vargas -las cuatro gigantillas de Santander- reviven la tradición y lucen expuestas en la Plaza del AyuntamientoSecciones
Servicios
Destacamos
Historia ·
Don Pantaleón, Doña Tomasa, La Repipiada y La Vieja de Vargas -las cuatro gigantillas de Santander- reviven la tradición y lucen expuestas en la Plaza del AyuntamientoLlevan ya unos días escoltando la entrada del Ayuntamiento de Santander. Y desde la puerta han vigilado, siempre en silencio y con el rostro serio, a todo el que ha cruzado la puerta del Consistorio para hacer alguna gestión. Casi podría parecer que, más que ... observar, juzgan a los vecinos. Pero de cara a la Semana Grande de la ciudad, Don Pantaleón, Doña Tomasa, La Repipiada y la Vieja de Vargas han cambiado de ubicación -aunque no de semblante- y han pasado a la Plaza del Ayuntamiento, el escenario que a última hora acogió también el tradicional chupinazo que sirve como pistoletazo de salida para los diez días de fiesta en los que se embarca la capital. Y las cuatro Gigantillas han estado presentes en ese inicio del jolgorio.
Así, a lo largo del día, vecinos y visitantes se acercaron a las figuras para curiosear y verlas de cerca. Lo cierto es que las cuatro Gigantillas forman parte de la historia de la capital cántabra, una tradición que se recuperó gracias a la Asociación Gigantes y Cabezudos de Santander, que se encarga de cuidarlas el resto del año y de ponerlas a punto para cada una de las fechas señaladas en las que hacen acto de presencia. Seguro que a alguno le llamó la atención la vestimenta que lucen. A otros tantos puede que les resultara curioso el gesto con el que miran. Y el tamaño: cuatro metros y cincuenta kilos.
Los cuatro protagonistas fueron reales y populares en su época. Y, aunque su aparición en la Semana Grande se ha convertido en casi obligatoria, su historia viene de más atrás. Se remonta a 1789. Aquel año, con motivo de las fiestas de proclamación de Carlos IV, nacieron en tres figuras: Don Pantaleón, Doña Tomasa y La Repipiada. Con el paso del tiempo el grupo se amplió y se les fueron uniendo otros gigantes y cabezudos, destacando La vieja de Vargas, que fue construida en honor a la anciana que avisó a los milicianos santanderinos de la presencia de las tropas carlistas en 1833. Y esas son los figuras que la asociación recuperó, más dos cabezudos (Emeterio y Celedonio), que representan alguaciles de la época.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.