Los futuros bajos del Casino despiertan «mucho interés» de candidatos a instalarse tras la reforma

Lo más inmediato es redactar el proyecto de obra, una tarea que se prolongará «varios meses» y en el que habrá que definir en cuántos locales se dividirá el espacio -de más de 2.000 metros cuadrados- y cómo se reparará la terraza del Casino, ya que es el techo de los futuros negocios y actualmente tiene filtraciones de agua que llegan a los bajos. Después, el Grupo Sardinero elegirá a una constructora para que desarrolle la obra y también retirará las 'peceras' (salientes de los bajos) para que el inmueble recupere su imagen clásica.

Aún no ha trascendido cuántos locales habrá tras las obras. Lo que es seguro es que no serán los mismos que ahora. El propietario explica que «el espacio se redistribuirá en función de los intereses». Y hay muchos. «Desde que se anunció esta rehabilitación, hemos recibido muchas llamadas preguntándonos por estos locales y por los alquileres». De momento, prefieren no adelantar cuáles son esas firmas con intención de abrir a los pies del Casino ya que todavía faltan «muchos meses» para que las obras finalicen y se pueden producir cambios mientras tanto.

Aunque aún quedan un par de negocios abiertos, la mayoría abandonaron este lugar con el fin de la renta antigua. Fue en 2014 cuando el Grupo Sardinero anunció que no renovaría los contratos y, poco a poco, los locales se fueron vaciando. La mayoría se dedicaban a la hostelería. Era el caso de Lisboa, Erikka, Rocamar o La Góndola, entre otros. La heladería La Italiana fue la última en irse y aún perduran allí Mantequerías Cántabras y una sucursal del Banco Santander. Quienes ocupen este espacio en el futuro no tienen por qué dedicarse a una actividad concreta, ya que el grupo está abierto a negociar con todos los interesados. Para disimular el abandono de los bajos, desde el Ayuntamiento han vinilado en tres ocasiones los locales. La última vez, en septiembre de 2020, con imágenes 'Belle époque'.

Como adelantaron desde el Ayuntamiento, esta intervención contará con una inversión privada cercana a los 1,2 millones de euros y afectará a una superficie total de 2.430 metros cuadrados. Las actuaciones, que aún tienen que concretarse, incluirán la demolición de las 'peceras' para recuperar la fachada original, las demoliciones de muros interiores, la apertura de pasos en muros estructurales para conseguir espacios interiores más diáfanos y la reestructuración del forjado del techo para recuperar el nivel original. Esta licencia no incluye el acondicionamiento interior y particular de cada uno de los locales que resulten de las obras, ya que eso dependerá del uso individual de cada establecimiento.