Gochicoa dice que demoler la zona hundida de Nueva Montaña costará menos de un millón de euros

Así lo ha explicado el consejero, que a primera hora de la mañana ha estado en el barrio santanderino para recorrer otra vez la zona con técnicos de Gesvicán, la empresa pública que promovió hace 14 años la urbanización que ha sufrido el suceso. Allí han continuado con la evaluación, tanto los daños como de la obra que hay que acometer. Gochicoa ha repetido que el Gobierno considera una urgencia devolver la normalidad al lugar y que, por tanto, el trámite administrativo será «de emergencia». Hoy mismo, su equipo se reunirá con las constructoras que están interesadas en la demolición para especificar qué servicios concretos se les van a exigir en el futuro contrato. Las empresas que optan a esta actuación son Rucecán, Palomera, Cuevas y Aníbal.

El máximo responsable de Obras Públicas del Ejecutivo confía en que estos trabajos se puedan iniciar para finales de la semana que viene. En todo momento, el regionalista subraya que se está yendo lo más deprisa que se puede en la planificación de las soluciones, si bien toda la gestión está sujeta a los permisos y la tramitación correspondiente. Por eso, todos los datos que da (respecto a plazos o coste) son referencias, ya que se está a la espera de que las constructoras presenten sus presupuestos.

Como es conocido, desde el primer momento se baraja la hipótesis de que se haya producido un fallo estructural y, por este motivo, el Gobierno regional ha contratado un técnico externo para comprobar si pudo haber error en el proyecto. Su tarea será hacer un recálculo de la estructura, independiente de los proyectistas de esta promoción de Nueva Montaña.

Diego Ferreño, profesor titular de la Universidad de Cantabria (UC) de Ingeniería de Materiales, ha señalado en las últimas horas que, «siendo optimistas», serán necesarios meses de trabajo para averiguar las causas del siniestro, idea en la que coincide con Ezequiel San Emeterio, decano del Colegio de Ingenieros de Caminos. Ambos expertos han aconsejado prudencia: «Las prisas son las peores consejeras en estas circunstancias».

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha reiterado hoy que los vecinos que «están seguros en sus casas», según demuestra el informe que elaboraron una docena de técnicos después de inspeccionar el lugar tras el hundimiento, en el que se indica que la estructura de las viviendas no ha sido afectada por el colapso.

A pregunta de la prensa sobre los vecinos que han expresado preocupación por residir en la urbanización de la calle Luciano Malumbres, Igual les ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad.

Ha asegurado que «los más interesados» en corroborar la seguridad fueron «la alcaldesa y las personas del Ayuntamiento y del Gobierno» que acudieron al lugar de los hechos, y ha subrayado que la «seguridad» que les trasladaron «estaba soportada por 12 técnicos y tres personas» que, tras inspeccionar la zona, firmaron el informe posterior.

En dicho informe, que se ha facilitado a vecinos, se constata que la estructura de las viviendas no ha sido afectada por el colapso por lo que éstas «pueden seguir siendo utilizadas».

Al respecto, la regidora ha explicado que la parte del forjado que cedió es independiente al resto de estructuras, que no han sido afectadas, por lo que no hay daños estructurales en los edificios.

«Con el soporte de este informe técnico, digo a los vecinos que están seguros en sus casas porque se ha mirado y concluido por escrito», ha enfatizado la regidora, a quien, según ha dicho, ninguno de los vecinos presentes en la reunión de ayer con Ayuntamiento y Obras Públicas ha trasladado temor en este sentido.