Las dudas de un barrio tocado

«Lo que queremos es tener conocimiento de los coches que hay en cada zona», explicaba la alcaldesa antes de entregar las hojas. Son para los que tienen vehículos en la parte afectada (garajes tres y cuatro), casi todos ellos repartidos en diez portales (aunque hay también quienes cuentan con plazas y no viven en esos números). Luego, Igual hizo el repaso ante los vecinos de lo que ya había tratado por la mañana junto a los técnicos. Les explicó que en los garajes 1 y 2 –aún cerrados, pero que no se han visto directamente afectados– se ha comprobado que funcionan los sistemas de extinción de incendios y que lo siguiente es repasar la ventilación y hacer catas. O sea, que durante esta semana aún no se podrá entrar.

Y ahí contó lo de los trasteros. Pidió «sensatez» y «sentido común» a la hora de valorar lo urgente. La necesidad real de sacar cosas que están en una zona de riesgo. Y fijó las citas. «Miércoles a las once, en la rampa uno. Habrá policías y bomberos. Y miércoles, a las once y media en la rampa dos». Las zonas menos afectadas y que, si se cumple lo previsto, estarán abiertas la semana próxima. E insistió en lo del «sentido común» cuando enumeró los horarios para acceder a los trasteros por la rampa tres y la cuatro, las más afectadas (la cita será allí mañana, jueves). Sólo necesidades de verdad.

También les emplazó a un siguiente encuentro, el viernes a las seis de la tarde. Y ahí, antes de que empezara el consejero, ya arrancaron las preguntas. «Si los bomberos han decidido que los que quedan ya no se pueden sacar es por seguridad», le explicaban al propietario de uno de los coches atrapados. Contaron además que uno de los espacios que no se han visto afectados por el derrumbe (en el garaje dos) está separado sólo por una pared de la zona que sí ha caído, por lo que un tramo permanecerá apuntalado y las plazas, inutilizadas. También que hoy ya podrán usar todos los ascensores (una de las grandes demandas), si bien no para bajar a la planta baja.

Gochicoa, por su parte, les explicó la parte administrativa que debe completarse y que puede retrasar unos días el inicio del desescombro, una vez terminadas las labores para garantizar la seguridad. «Estamos tocando todos los palos para anticiparnos y que se haga lo antes posible». Visto bueno de Hacienda, licencia municipal para la obra, contratar a una empresa, declaración para actuar de urgencia... Papeles y trámites. «Si no es la próxima semana será la siguiente, pero estamos con la idea de hacerlo lo más rápido posible». «Paciencia», se escuchó.

La misma que les va a hacer falta para tratar con las compañías de seguros. «¿Podemos bajar a hacer fotos de los coches?», preguntó un vecino –que no se puede–. «Es que el seguro ya me lo está pidiendo». Mucha paciencia.