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Un motorista de 49 años, vecino de Santander, ha resultado herido grave tras empotrarse contra un turismo en la Avenida de Pontejos, en la carretera que baja hacia la rotonda de la fuente luminosa, en El Sardinero.
Los hechos ocurrieron cerca de las dos de ... la tarde, la hora del 'blanco' precisamente en esa zona, donde hay tres bares de picoteo. Con la intención de cruzar los cuatro carriles -de línea discontinua-, la conductora de un turismo, que salía de la avenida del Stadium en dirección al centro deportivo Marisma, continuó la marcha sin percatarse de que una moto de gran cilindrada bajada hacia la rotonda. «El hombre tampoco iba a 30 kilómetros por hora, la velocidad obligatoria en esa zona...», cuenta el mismo testigo que ha relatado a este periódico cómo tres sanitarios vestidos de paisanos que estaban en la zona alternando acudieron a socorrer al motorista minutos después del accidente. «Su intervención fue rápida, segura y magnífica», señala.
Tras el choque, el conductor cayó al suelo, desplazándose unos metros por la calzada, y la moto salió disparada hasta impactar contra uno de los bancos azules de madera que hay en la acera. «Entonces una mujer, que creo que era médico, y otros dos sanitarios salieron corriendo hacia el herido y le hicieron un torniquete con uno de los palos azules que se habían roto del banco y con un cinturón. Fue increíble. Lo iban girando para aumentar la presión y cerrar la pérdida de sangre. Que estuvieran allí ha sido una suerte para el motorista porque le han salvado la vida», relata el testigo, que prefiere no desvelar su nombre.
Cuando los servicios sanitarios del 061 llegaron al lugar del accidente, el motorista, que no perdió el conocimiento en ningún momento, estaba estabilizado, a pesar de la «abundante» pérdida de sangre.
Hasta el lugar del accidente se desplazaron dos patrullas de la Policía Local y varios agentes en moto, y los servicios sanitarios del 061, que trasladaron en ambulancia al motorista hasta el Hospital Marqués de Valdecilla para ser intervenido de urgencia. «Tenía la pierna destrozada, pero esos médicos le han salvado. Magníficos, de diez».
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