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LAURA FONQUERNIE
Sábado, 18 de julio 2020, 07:43
La hostelería quiere y necesita recuperarse de los meses de parón por el confinamiento. De eso no hay duda. Pero ahora, con la amenaza de los rebrotes, no es momento de organizar fiestas sino de ser prudentes. Por eso en el sector valoran de ... forma positiva la decisión anunciada ayer por el Ayuntamiento de Santander de cancelar todas las actividades de la Semana Grande. Los restaurantes y las peñas respaldan el anuncio de la alcaldesa, Gema Igual, porque consideran que es un gesto de «responsabilidad». Si algo tiene la Semana Grande es el trajín, gente en cada esquina. Y así es imposible no chocarse con alguien cuando uno intenta desplazarse por las calles más céntricas de la capital cántabra. Las aglomeraciones forman parte del menú de estos grandes eventos. Justo todo lo que hace falta evitar tras el estado de alarma para reducir los contagios por coronavirus.
Con el panorama actual, la noticia no fue una sorpresa para los hosteleros. Quizá en marzo podría haberlo sido, pero no a estas alturas. Más bien al contrario, muchos la esperaban y la mayoría coincide: «Es la decisión más acertada, cualquier otra no tiene ningún sentido», señala José Ramón Martínez, propietario del Grupo Quebec. Las fiestas son una semana «de buena facturación» y es evidente que su suspensión supone un «perjuicio económico» para los establecimientos. Sin embargo, dadas las circunstancias, adoptar esta postura es «lo normal y lo más coherente», insiste Martínez. Y un anuncio que, sabían, iba a terminar llegando. Porque por encima de todo está «la salud» y eso es lo único que debe primar ante cualquier actuación. Por supuesto este año tampoco tendrán caseta en la Plaza Pombo que, sobre todo, «dinamiza la ciudad y anima a la gente».
Loli Fernández- Peña La Pirula
Tomás Venero- Restaurante A Banda Arroz
Juan Blanco, uno de los propietarios del restaurante La Pirula en Peña Herbosa, también está de acuerdo con cancelar las fiestas. «Me parece bien», dice. Él es uno de los hosteleros que ya se había negado a los cortes de tráfico en la calle, por un «tema sanitario», así que este desenlace le parece «perfecto, una medida inteligente», aplaude. La necesidad de recuperarse de la pandemia es evidente. Y, aunque el movimiento en su local no es comparable con otros años, «va bien» y con eso, por el momento, se conforma. Mejor ir poco a poco que arrancar con grandes eventos, salten los contagios y el resultado sea peor. «Habrá que aguantar como podamos y ya remontaremos más adelante», señala. Para él es lo más acertado.
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La decisión estaba sobre la mesa desde hace semanas, pero Ayuntamiento y hostelería han estado buscando «alternativas y barajando otras posibilidades», explica Ángel Cuevas, presidente de la Asociación de Hosteleros de Cantabria. Finalmente han primado la cautela y la prudencia, «lo primero es la salud», coincide Cuevas. A pesar de que la actividad económica «nos hace falta», lo «coherente» es no seguir adelante con la organización.
Miguel P. Cuetos- Peña La Pera
Después de los meses con el cartel de cerrados, ahora los restaurantes prefieren estar abiertos y atender a los vecinos y turistas que se dejan caer por sus establecimientos que arriesgarse a un rebrote. «Me alegro de que se hayan cancelado, soy de los que tienen miedo a los contagios», explica Tomás Venero, encargado del restaurante A Banda Arroz, en Peña Herbosa. Él prefiere apostar por una recuperación paulatina, antes que buscar actividad de golpe. Igual que en la Bodega El Riojano y en la Vermutería Solórzano. «Aunque no haya fiestas, sí hay movimiento. Viene gente de otras comunidades», comenta una de las trabajadoras. Desde luego mejor eso que nada.
Juan Blanco- Restaurante La Pirula
También en las peñas alaban la noticia. «Lo valoramos muy positivamente», comenta Loli Fernández de La Pirula. Es más, en su caso ya habían decidido «no hacer nada este año para evitar aglomeraciones». Lo tenían claro desde hace días porque no es el momento de organizar fiestas y juntar a tanta gente. Evidentemente «no nos hace gracia, a todos nos gustan las fiestas», reconoce Fernández. Su decisión nace de la «responsabilidad tanto hacia el equipo y como hacia el resto de personas».
José Ramón Martínez- Grupo Quebec
Ya habrá tiempo de recuperar las comidas y las quedadas con amigos. Ahora los pasos los dicta la sensatez y la preocupación por la salud. Y por eso Miguel Pérez Cuetos, de la peña La Pera, está «de acuerdo con la decisión». Y si la alcaldesa de Santander, Gema Igual, «ha considerado que lo mejor es cancelar las fiestas, me parece bien», dice. Una semana con la ciudad preparada para recibir gente, con decenas actividades, conciertos y eventos, rebota directamente en la facturación de la hostelería y es cierto que, después de estos meses, es un sector que «hace falta cuidar», señala Cuetos. No obstante, añade, «saldremos adelante y ya habrá tiempo de recuperarnos» cuando todo pase. A día de hoy lo primordial es adoptar medidas para evitar contagios.
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