Una integración ferroviaria que llegue a Peñacastillo y que esté interconectada con su entorno

El modelo de ciudad deja claro que la integración ferroviaria no debe centrarse solo en el área que actualmente está definida por el gestor ferroviario, sino que debe extenderse desde la calle Alta hasta la calle Castilla y desde la bahía a Peñacastillo. A partir de ahí, deberá trabajarse en la continuidad ecológica y peatonal, el nuevo parque filtrante, la accesibilidad y conectividad transversal entre barrios y la reactivación económica y social. Reflexiones, como el propio texto refleja, que «van más allá del estudio informativo aprobado».

También consideran necesario contar con un proyecto urbano definido a incorporar al futuro Plan General (PGOU), que puede redactarse a través de un concurso de ideas donde las necesidades ferroviarias queden resueltas «pero donde también lo estuvieran las necesidades de la ciudad de una forma irrenunciable». Algunas de las 'piezas' de este proyecto quedarían pendientes del desarrollo de la operación ferroviaria en sí, pero otras, como la ladera del parque del agua, el polígono de Candina, el corredor verde, la operación de la Remonta y Peñacastillo se podrán incorporar al futuro PGOU.

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Su posición de centralidad en la ciudad ofrece oportunidades para la localización de nuevas actividades económicas, basadas en la innovación, la tecnología, las empresas y la logística, complementada con equipamientos lúdicos y deportivos que establezcan continuidad con los barrios del entorno. Ponen como ejemplo otras ciudades donde la estación «se ha convertido en un elemento unificador después de que los trenes hayan cedido el protagonismo a la vida social y comercial», como Gerona, Vitoria o la Sagrera, en Barcelona.

En esta zona, donde se liberarán más de 84.000 metros cuadrados de suelo, el modelo de ciudad considera que supone «una oportunidad» para ubicar un gran parque que consiga captar e infiltrar la parte sobrante de la escorrentía de la bahía. Así, «se aliviarían en su gran mayoría todas las infraestructuras de saneamiento de aguas residuales vinculadas a esta cuenca».

La ladera sur del Parque del Agua presenta la oportunidad de 'coser' la calle Alta con Castilla y configurar un perfil más amable. Con el traslado de los accesos del tráfico a Santander a los terrenos que ahora son ferroviarios y que está previsto que se liberen, las calles Marqués de la Hermida y Castilla podrían priorizar a los peatones y a los ciclistas hasta establecer un corredor peatonal que vincule la bahía con la montaña de Peñacastillo, «la naturaleza con la ciudad».