El juicio al acusado de asesinar a su casera en Castilla-Hermida arrancará el 6 de noviembre

En el auto al que ha tenido acceso El Diario Montañés, la magistrada señala que el Ministerio Fiscal, en su escrito provisional de conclusiones, califica los hechos como un delito de asesinato sin concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal y por el que solicitó que se le impusiera al acusado la pena de 20 años de prisión con inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y abono de costas, y a que indemnice a cada una de las hijas de la fallecida con 42.600 euros. Para el acto del juicio el fiscal solicitó como pruebas el interrogatorio del acusado, de los testigos, de los peritos, y documental.

Por su parte, la acusación particular reclama para el encausado la prisión permanente revisable y eleva la indemnización a los 110.760 euros.

En cambio, la defensa del acusado mostró su disconformidad con el relato de hechos efectuado por el Ministerio Fiscal y por la acusación particular, y entendió que los hechos eran integrantes del delito de homicidio concurriendo la eximente incompleta por adicción a las drogas y/o atenuante por alteración psíquica. Para el acto del juicio oral propuso el examen del acusado, pericial de los médicos forenses y de los técnicos facultativos del Instituto nacional de toxicología; así como diversa documental.

La magistrada hace mención en su auto a los hechos que serán objeto del juicio. Guillermo B. C., mayor de edad y con antecedentes penales por diferentes delitos, vivía en el inmueble situado en el piso 3ºB del Portal 1 de la Calle Marqués de la Hermida de Santander, propiedad de Adela Corral , quien también residía en dicho domicilio y le tenía acogido en su casa. «En horas de la noche, previas a la madrugada del día 18 de febrero de 2022, se produjo una discusión entre Guillermo y Adela por razón de que aquel había consumido drogas, lo que determinó que el acusado se enfadara y atara de pies y manos a Adela con trozos de tela para que le dejara tranquilo».

Sobre las 02.42 horas, Adela logró llamar al teléfono de emergencia 112, pidiendo auxilio y manifestando que la tenían atada y amordazada y que la persona a la que había alquilado la habitación le quería matar. «En el periodo de tiempo que medió entre la llamada de auxilio y la llegada de la Policía, sobre las 03.14 horas, Guillermo asfixió por sofocación a Adela tapándole los orificios respiratorios (la boca y la nariz) con alguna prenda, cojín, almohada o con el mismo colchón de la cama, causándole la muerte». Según ese relato que plantean las acusaciones de este procedimiento, «la víctima no tuvo posibilidad de resistirse o defenderse por tener la movilidad reducida al máximo por la acción previa del acusado, que le había atado de pies y de manos. Como consecuencia de la asfixia por sofocación que el procesado efectuó sobre los orificios respiratorios de Adela, estando ésta atada y sin posibilidad de defensa, la mujer falleció».