«La losa conectará física y visualmente el Parque del Agua y la calle Castilla»

Rallo es la responsable de los últimos avances del proyecto, el más notorio la rebaja de tres metros en la parte de la losa que da a la calle Castilla. Explicó las mejoras a los representantes del Gobierno regional y del Ayuntamiento en la comisión de seguimiento que se produjo en marzo, de la que todos salieron satisfechos menos el concejal de Urbanismo, Javier Ceruti, que sigue con la intención de iniciar el proyecto desde cero.

Defiende la losa como la solución al desnivel que actualmente existe entre la calle Alta y Castilla. Con el rebaje de la losa en dos niveles y las zonas previas que se van a liberar «se generará un espacio en diferentes alturas que se percibirá de forma muy natural como una nueva topografía urbana», afirma la directora general. «Lejos de separar, la nueva losa permitirá la conexión tanto física como visual del Parque del Agua y el nuevo espacio urbano de la calle Castilla para que sea una pieza de la transformación urbana que debe acometer en paralelo el Ayuntamiento».

También afirma que no se puede rebajar más. En el proyecto actual, la zona más baja está a diez metros sobre la calle Castilla. «Los motivos que condicionan la altura de la losa son puramente técnicos y de explotación ferroviaria, deben cumplirse estrictas normas de seguridad y funcionalidad». Añade que, «aunque en sí misma la altura de diez metros pueda parecer excesiva, hay que analizarla con relación a la dimensión del espacio ferroviario que se va a cubrir, de aproximadamente 50.000 metros cuadrados, de forma que el espacio resultante no se perciba como comprimido, poco confortable o inseguro». El que la losa tenga una determinada altura, continúa Rallo, permite también la iluminación y la ventilación natural de los andenes, «algo que es imprescindible para la calidad del espacio y que contribuye también a la sostenibilidad del mismo».

Descarta el soterramiento, pero no por cuestiones económicas. «En este caso concreto, soterrar las vías supondría multiplicar los cambios de nivel para acceder desde la estación al tren con respecto a la situación actual, que es de por sí privilegiada, y en la que no es necesario cambiar de nivel en todo el proceso del viaje, facilitando la accesibilidad sin costuras y poniendo en valor el edificio de viajeros actual».

Pero para que las obras avancen de la mejor manera posible, lo ideal es que cuando arranquen ya estén definidas las actuaciones que se desarrollarán en el espacio liberado -50.000 metros cuadrados sobre la losa y 30.000 en la calle Castilla-. Y ahí radica uno de los principales conflictos, ya que Ceruti quiere que su concurso de ideas sea global -terreno ferroviario y no ferroviario- en lugar de centrarse sólo en las áreas liberadas. «Lo deseable sería que el concurso de ideas estuviera resuelto antes de que empiecen las obras, pues todo lo que se proyecta de manera conjunta e integrada facilita la consecución de los objetivos comunes», plantea Rallo. «Es muy importante, pues la losa de cubrición debe soportar también las cargas de la solución de urbanización que el Ayuntamiento plantee para este entorno, aspecto que debe considerarse a la hora de calcular las cargas que soportará dicha losa». También afirma que desde el primer momento se dejó claro que el concurso de ideas debe centrarse en los espacios que se liberen y que no pueden afectar a los ferroviarios, pues son y seguirán siendo propiedad de Adif.

En la última reunión de la comisión de seguimiento del convenio «se recalcó la importancia de continuar con este proyecto, ya que el parón en los trabajos está haciendo perder oportunidades para conseguir financiación para su realización como, por ejemplo, el acceso a fondos europeos de recuperación. Continuar con el proyecto evitaría perder más oportunidades de acceder a futuras convocatorias», recuerda la directora general.

Aunque Adif no necesita permisos ni autorizaciones para actuar en terrenos de su propiedad, Rallo asegura que no iniciarán esta actuación mientras no tengan el visto bueno de todos los involucrados. «Adif busca el consenso en todas las intervenciones que realiza y no tiene interés en realizar una obra, aunque sea de interés público y promovida por el Estado, que no tenga el beneplácito de las Administraciones interesadas. En relación a los proyectos para la integración del ferrocarril en Santander, Adif ha dado cada uno de los pasos acompañada de ellas, algo que seguirá haciendo», recalca.

Es pronto para marcar plazos. Tras la paralización del proyecto por la petición municipal de repensarlo, «se acaba de acordar retomar la redacción de los proyectos, por lo que aún no es posible establecer una fecha. Si bien, puedo adelantar que en ningún caso habrá maquinaria trabajando antes de que termine el año, puesto que debemos incorporar los cambios normativos en edificación que han sido aprobados en este tiempo de suspensión que nos solicitó el Ayuntamiento».

Una vez empiecen, lo primero que se ejecutará será el nuevo edificio de oficinas, «necesario para realojar todas las dependencias que desaparecerán en la operación», y el acondicionamiento del edificio de Red de Ancho Métrico (RAM, la antigua Feve) «como estación provisional durante la modernización y ampliación del edificio actual». Antes, habrá que realizar una nueva programación «para que la puesta en servicio coincida con la finalización de las obras de urbanización de la losa y la calle Castilla».