En memoria de las víctimas del 'caso Almería'

En un acto celebrado en la Plaza de las Estaciones de Santander, al que asistieron familiares de las víctimas, la asociación Desmemoriados –principal impulsora del reconocimiento– junto a decenas de personas, se procedió a la inauguración de una escultura elaborada por Nacho Zubelzu titulada ¿Por qué?, que servirá para reivindicar la memoria de los tres jóvenes.

«Una vez más, Cantabria nos recibe para seguir dignificando y reparando la memoria de Luis Montero, Luis Cobo y Juan Mañas, tres víctimas de nuestra modélica transición que el único delito que cometieron fue asistir a una primera comunión desde Santander a Almería», apuntó Francisco Mañas, hermano de una de las tres víctimas.

«Son varios los motivos que nos hacen seguir luchando después de 40 años, como por ejemplo la total impunidad de ocho guardia civiles, tratar el caso en la sentencia como homicidio y no como asesinato, y el olvido total a las víctimas por parte del Estado, que le hace cómplice de una justicia inexistente». ¿Por qué en 40 años no se han reparado estas heridas que aún siguen abiertas?, cuestionó Francisco Mañas. «Son muchos los intentos de reparación y dignificación que las familias venimos reivindicando durante 40 años, siempre con muchas respuestas negativas y en ocasiones con ausencia de respuestas, que es mucho peor».

Al igual que su hermano, «se sentía cómodo y bien acogido» en Cantabria, donde comenzó a labrarse su futuro junto a una gran cantidad de amigos, «nosotros (los familiares de los tres fallecidos) nos sentimos muy arropados aquí, donde tenemos una gran familia, más que amigos».

Antes de que se pronunciara en estos términos uno de los familiares de los tres homenajeados, tomó la palabra Nacho Zubelzu para explicar que durante la creación de su obra le surgieron diferentes sentimientos: «Duda, rabia, incomprensión y sobre todo tristeza por un hecho atroz e injustificado como es el asesinato de tres jóvenes inocentes».

Zubelzu se mostró «orgulloso» por ser el encargado de homenajear «su memoria con mi arte, mi sesgo, mi sentimiento...».

El escultor explicó que al realizar este proyecto se sintió «muy a gusto» e «identificado con el suceso» y que la ubicación de la obra es «acertada» porque es un emplazamiento «plural, muy concurrido y transitado». Asimismo, señaló que es necesario visualizar la escultura desde varios ángulos «como símbolo de libertad y del sinsentido de la violencia».

Zulbelzu cree que las «heridas se curan, pero dejan cicatrices». «Para evitar más heridas necesitamos curar continuamente esas cicatrices», añadió, para explicar después que la escultura está compuesta de siluetas que entran y salen y se desvanecen en el vacío. «El aire las define y las transforma. Tres siluetas de espacios vaciados como tres vidas que se fueron», resaltó.

Por su parte, Rosa Barreda, representante de Desmemoriados, consideró que en el «tortuoso camino de la dignidad, aún queda distancia por recorrer». «Por un lado, es responsabilidad de todos, pero sobre todo de la clase política de esta región encontrar acomodo a la futura ley de la memoria democrática a las víctimas del 'caso Almería'. Y es responsabilidad de la Guardia Civil pedir disculpas sin ambages de ningún tipo a las familias y a la sociedad, por unos hechos que no debieron ocurrir».

Cerró el homenaje la directora general de Patrimonio, Zoraida Hijosa, que consideró que era un acto de «justicia» y avanzó que remitirá una carta al nuevo ministro de Presidencia y Memoria Democrática para que se reconozca a Cobo, Montero y Mañas, como víctimas de terrorismo.