
Secciones
Servicios
Destacamos
María Paz, una mujer de 92 años que va en silla de ruedas, sufrió el lunes, al mediodía, un grave accidente cuando utilizaba el nuevo servicio de rampas mecánicas instalado en la santanderina calle Florida para salvar el desnivel hasta la calle Juan XXIII. La instalación fue inaugurada apenas seis días atrás por la alcaldesa, Gema Igual. Desde entonces, María Paz, con ayuda siempre de su hija, había utilizado este itinerario mecánico para acortar su camino a casa; si bien «esta será la última vez», según declaró su descendiente, tras el accidente sufrido.
El suceso tuvo lugar a las 13.30 horas, cuando ambas mujeres se dejaban transportar por la rampa mecánica en sentido ascendente y se aproximaban al final de la misma. En ese momento, al intentar bajarse para continuar el camino al siguiente tramo mecánico, se volcó la silla de ruedas y madre e hija cayeron al suelo. Entonces, el brazo derecho de la madre se quedó enganchado, siendo succionado por el mecanismo de la propia rampa, causándole un desgarro. La mujer, atrapada, no podía sacar su extremidad y comenzó a pedir auxilio.
«Escuché unos gritos muy fuertes y salí corriendo desde mi puesto de trabajo para dar auxilio», explicó a El Diario Montañés Aixa Madriñán, camarera en el café-restaurante Puente, que hace esquina. En ese momento, ante los gritos de auxilio, otro ciudadano pulsó el botón para interrumpir el mecanismo de la rampa. «La mujer sangraba sin parar. Su piel estaba siendo succionada por la escalera y se le veía perfectamente el hueso y los tendones. Le hice un torniquete con una prenda de ropa. Tenía marcadas las cuchillas metálicas del final de la rampa en su brazo. Mientras llegaba, un obrero trajo una brida y se la colocó en el brazo para tratar de frenar la hemorragia», añadió.
«Al escuchar los gritos salí corriendo a prestar auxilio y le hice un torniquete en el brazo con una prenda»
«Había mucha sangre por todas partes y la herida era muy profunda, se veía claramente el hueso»
Otra testigo fue Beatriz García, de la cercana Librería Pastoral, que salió a la calle al escuchar los gritos: «Había mucha sangre por todas partes. Al ver la gravedad de la herida, en la que se veía claramente el hueso, volví a la tienda a coger toallas de algodón que sirvieron para cubrirle mejor la herida. La mujer estaba consciente, tomó un poco de agua, y se la veía desorientada».
Al lugar del suceso acudió la Policía Local, que tomó declaración de lo ocurrido e hizo constar en su informe que «un ciudadano que paró el mecanismo de la rampa fue fundamental para que el desgarro no fuera mayor».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.