El Reina Sofía tendrá una terraza panorámica y casi 900 metros cuadrados de exposición en Santander

El plan es el documento que servirá de base para elaborar el pliego técnico del concurso para la redacción del proyecto. Ha sido redactado por el estudio de arquitectos Juan Herreros, autor, entre otros, del proyecto del nuevo Museo Munch, en Oslo, y también del reacondicionamiento de las salas del Museo Reina Sofía.

El estudio propone una sala de exposiciones de dos plantas (la baja y la primera) de 737 metros cuadrados, de los que 453 se dedicarían a las exposiciones del Reina Sofía (la permanente y las temporales, que serían al menos una al año) y otros 282 a exponer fondos del Archivo Lafuente.

Pero, además, plantea otra zona abierta al visitante para dar a conocer cómo se trabaja en un archivo y el proceso de conservación de los fondos, de 160 metros cuadrados.

Uno de los problemas que han tenido que resolver los arquitectos es la sobrecarga que tiene que soportar el forjado por el peso del archivo. Para resolverlo, proponen situarlo en la última crujía del edificio, la que da a la catedral, y estructurar esa zona en cuatro plantas -vaciando el forjado actual para construir uno nuevo-.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, acompañada de los concejales de Infraestructuras y Cultura, César Díaz y Miriam Díaz, respectivamente, ha presentado este lunes esta propuesta «orientativa» sobre la distribución del edificio para acoger la sede asociada del Reina Sofía, que Igual ha reiterado que confía en que pueda abrir sus puertas en 2020 o 2021.

Además de atender a las necesidades del Archivo Lafuente y las exposiciones del Reina Sofía, la propuesta contempla una serie de actuaciones a realizar debido a algunas «deficiencias» que presenta el edificio de cara a acoger un museo, ya que éste fue concebido y construido, en 1925 por el Eloy del Valle, para ser un banco y acoger viviendas.

El edificio, que cuenta con 3.500 m2 repartidos en semisótano, planta baja y otras dos plantas, ha sufrido dos reformas, en 1976 y 1982, pero su estado de desuso ha generado «deficiencias poco importantes» como humedades o fisuras, aunque hay otras «más importantes» porque afectan a las vigas y viguetas y falta de capas de comprensión en el forjado, a las que se suman las «deficiencias de concepto» al estar diseñado para otro uso.

Para acoger el Archivo, se modificará la estructura y el forjado de la parte trasera del edificio, la que da a la Catedral, para soportar un peso de 1.500 kilos por metro cuadrado (el actual solo soporta 150) y se realizarán cuatro alturas, dos que se corresponderán con la planta baja que es la de más altura y otras dos que coincidirán con las plantas primera y segunda.

La alcaldesa ha indicado que este fondo documental, que en total contará con un espacio de 630 m2, es lo que «más atención» requiere debido a que habrá que hacer instalaciones para el control de la humedad, la temperatura y la contaminación lumínica, así como por las grandes cargas que debe de soportar el forjado de esta zona.

La sala de exposiciones se ubicarán en las plantas baja y primera y tendrá una superficie total de 737 metros cuadrados, y contará con grandes espacios «lo más diáfanos posibles para dar versatilidad». En la planta baja habrá 486 metros cuadrados y en la primera 281, y a esta sala de exposiciones habrá que sumar un área del archivo de 160 m2 que se contempla poder abrir al público para conocer el funcionamiento y la gestión del mismo.

Además de parte de la sala de exposiciones, en la planta baja estará la recepción, un punto de información, consigna y una tienda, mientras que en la primera planta continuará la zona expositiva, habrá dos bibliotecas, una de acceso libre (160 m2) y otra restringida (30 m2), un área de eventos y aseos. En la planta segunda habrá salas de reuniones y juntas, despachos, zona de investigación o salas de catalogación.

En el semisótano, con acceso directo, habrá un área de formación y docencia con sala de actividades, dos aulas y salón de eventos, un pequeño almacén, aseos, zona de taquillas, botiquín y servicio médico así de carga y descarga como la zona de acceso de vehículos. Mientras, en la planta bajo cubierta se proyecta una cafertería, un área de ocio infantil y una terraza panorámica y transitable.

Esta propuesta inicial, que se facilitará a quienes tomen parte en el concurso de ideas, contempla la eliminación de la lucera que hay entre las plantas baja y primera para ganar espacio en esta última para la sala de exposiciones. A preguntas de la prensa sobre qué se hará esa lucera, que contiene simbología franquista, la concejala de Cultura ha indicado que se retira y se hará con ella «lo que disponga la Ley de Patrimonio y de Memoria Histórica».