![Las obras del Archivo de la Catedral dejan al descubierto una fortificación del siglo X](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202011/25/media/cortadas/museo-diocesano%20(12)-kQ4F-U120873843156zLG-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
![Las obras del Archivo de la Catedral dejan al descubierto una fortificación del siglo X](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202011/25/media/cortadas/museo-diocesano%20(12)-kQ4F-U120873843156zLG-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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Las obras en el entorno de la Catedral de Santander y en sus edificios no cesan de aportar datos sobre la historia de la ciudad. El último hallazgo es una fortificación prerrománica de nueve metros de altura perteneciente al siglo X u XI. Esta ... vez el descubrimiento se ha producido durante los trabajos en las dependencias capitulares. Así lo certifican los arqueólogos Lino Mantecón y Javier Marcos, quienes han presentado esta mañana el hallazgo. Ellos mismos señalan que «además de la antigüedad de la estructura, la singularidad de este muro está en su altura y tamaño», pues mide 9 metros de altura y unos 25 de longitud. La datación y dimensiones de los restos implican una mayor importancia del Santander altomedieval y trastoca la idea de que en el siglo IX solo existía la antigua abadía de los Santos Mártires.
Los expertos barajan dos posibilidades sobre el origen de estos restos: que formaran parte de un castillo o que fueran el tramo de una muralla. En este último caso, podría tratarse de la estructura que defendía el núcleo urbano más antiguo de la ciudad con lo que se adelantaría en 150 años el génesis de la actual Santander, y convertiría a la ciudad en milenaria.
Las investigaciones han datado la construcción del muro en torno al año 1000 -exactamente, entre los últimos años del siglo X y los primeros del XI-, lo que se corresponde con el periodo altomedieval. En el interior del muro han encontrado un pasadizo para subir por él, «lo que pasa es que está truncado», explica Lino Mantecón, que admite que aún queda «bastante que estudiar aquí».
El siguiente paso es estudiar un fragmento de muro que han encontrado en la calle Azogue. Quieren saber si la parte de nueve metros de la calle Juan Plaza -situada detrás del edificio del Banco de España- tenía continuidad hasta allí. Entre los dos puntos hay en torno a 50 metros de distancia. «Tenemos que compararlo -aclara Mantecón- y datarlo». Si se acerca a la fecha de esta parte, los arqueólogos hablan de que se podría imaginar» un recinto más grande que el de un castillo, lo que podría ser una muralla que albergara un núcleo urbano más antiguo de lo que se pensaba».
Este descubrimiento, en el cerro de Somorrostro, abre la puerta a una nueva fecha de nacimiento para la villa de Santander. Sería 150 años anterior a la concesión del fuero a la villa santanderina, que tuvo lugar en el año 1187. «Pero no queremos mojarnos sobre si se trata de un castillo o de una muralla», matiza Lino Mantecón.
En caso de tratarse de un castillo también sería una estructura singular, ya que apenas hay fortalezas prerrománicas de este tipo en el norte de España salvo algunas en Castilla y otras existentes en Galicia, donde se construyeron para combatir las invasiones de los normandos.
Este descubrimiento ha sido posible gracias a las dataciones realizadas por un prestigioso laboratorio americano, llamado Beta Analytic. Han distinguido, mediante la técnica de la fotometría de los lienzos, distintas etapas constructivas. Con la técnica del radiocarbono (Carbono 14), han identificado cuatro fechas que enmarcan la construcción del muro, de cuya parte más antigua data en torno al año 1000.
Tras este descubrimiento, «el Santander altomedieval tendría más entidad que lo que transmiten las fuentes escritas», afirma Javier Marcos. Esto trastoca la idea preexistente de la antigua abadía de los Santos Mártires, que citan la existencia del monasterio en el siglo IX. De esta manera, aseguran que no sólo habría una abadía, sino que también la fortificación formaba parte de un conjunto más grande.
El hallazgo se ha presentado esta mañana en el reformado edificio de las dependencias capitulares de la Catedral de Santander, donde se está trabajando en la quinta y última fase del Plan Director de la Catedral, que esperan tenerla lista durante primavera de 2021. Ahí se trabajaba para recuperar el tramo que se mantenía en pie del castillo de San Felipe, que era un edificio fechado en el siglo XII y destruido en 1896. Pero han dado con algo más antiguo y sorprendente.
Además, se sigue trabajando en el 'Frontón del Cristo', el refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil y que quedó enterrado durante el gran incendio de 1941. Éste se encuentra a pie de calle y se pretende habilitarlo para su visita, incluyendo los tres accesos que tenía originariamente y los 100 metros que lo componen, de los que ahora mismo sólo hay 70 habilitados.
A la visita también han acudido la alcaldesa, Gema Igual, el obispo, Manuel Sánchez Monge, la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, y el arquitecto David Arce, que dirige la obra de remodelación del edificio de las dependencias capitulares donde ha tenido lugar el hallazgo.
Las obras del Plan Director de la Catedral de Santander están subvencionadas al 75% por el Ministerio de Transporte gracias al 1,5% Cultural, correspondiente a 1.520.454 euros, mientras que el 25% restante lo aportan a partes iguales el Obispado y el Ayuntamiento de Santander.
El arquitecto de las obras, David Arce, explicó algunas de las intervenciones del edificio, el cual quieren convertir en «un espacio más amplio y accesible». Esto permitirá eventos de más de 150 personas y que las personas con movilidad reducida puedan entrar al recinto desde los ascensores que habrá a pie de calle. Una vez terminadas las labores arqueológicas se pretenden habilitar todos estos espacios en integrarlos en el 'Anillo Cultural' de la ciudad.
La alcaldesa, Gema Igual, ha resaltado que estos hallazgos dan «más valor» a la obra y que suponen «más repercusión» para la ciudad. La delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, ha destacado que las obras son una muestra de la colaboración institucional y que «salen las cosas bien cuando se trabaja conjuntamente».
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