Las obras de los Jardines de Piquío consistirán en un 'lavado de cara' que «guarde su espíritu»

Las intervenciones consistirán en sustituir el característico pavimento azul de los Jardines por otro igual. Usar cantos rodados para rodear los parterres, como ahora, pero estudiando la dimensión de las piedras y su separación para que la sensación de simetrías y lineales sea como la original. También se pondrán unas barandillas iguales o, incluso, se rehabilitarán las existentes -en función de su estado-. Lo mismo pasará con los bancos. En cuanto a la vegetación y las palmeras, se respetarán y se repondrán las que faltan.

La regidora, junto a los concejales de Fomento y Turismo, César Díaz y Miriam Díaz, ha dado a conocer a los directores de los hoteles de la zona las intervenciones que se van a llevar a cabo y ha apuntado que cualquier vecino que quiera revisar el proyecto -ya que no hay asociación de vecinos en El Sardinero-, podrá ponerse en contacto con el Ayuntamiento para hacérselo llegar. Desde los establecimientos hoteleros, han mostrado su satisfacción porque el proyecto sea respetuoso con la zona.

Los Jardines de Piquío son un «lugar emblemático», los primeros jardines que tuvo Santander, ha afirmado Igual, quien destaca que además es una zona de gran afluencia turística y que «forma parte de las postales de la ciudad». La rehabilitación persigue «que la zona quede como está, pero todo perfecto y mejor», ha resumido.

La rehabilitación se abordará tanto desde el punto de vista paisajístico, a cargo del paisajista David Añíbarro, como urbanístico, pero con la directriz del «respeto absoluto» al diseño original de 1925. Se actuará en un primer nivel, el jardín triangular de 3.000 metros cuadrados, y en un segundo, la terraza periférica hacia el mar de 1.000 metros cuadrados, donde se rehabilitarán las escaleras, el muro, la mesa circular y los miradores. Sí se acometerá la instalación de una nueva red de servicios --riego, alumbrado, etcétera--.

En definitiva, se trata de una rehabilitación «guardando el espíritu» de los jardines. «La gente cuando venga dentro de dos años va a ver los mismos jardines, pero van a estar perfectos», ha asegurado Igual, que ha reconocido que actualmente están «realmente mal: el pavimento está mal, hay grietas...».