«A partir de ahora ya no hablamos de partidos sino de un equipo de gobierno»

-Vistos los resultados del pacto, está claro que las negociaciones fueron duras. ¿No le parece que han pagado muy caro el kilo de concejal?

-Creo que había dos alternativas: una era dejar el Gobierno de Santander en manos de un pacto de perdedores y la otra era hacer valer lo que nos habían dicho los santanderinos en las urnas y conservar la ciudad. Para hacerlo había que negociar y este acuerdo es el resultado de esas conversaciones. Es el punto de partida para gobernar Santander, gobernarla de una manera integral, con unanimidad y además a cuatro años. Y este es el resultado de que Santander tenga una alcaldesa del Partido Popular, con un equipo de gobierno conformado por otras doce personas, de las cuales dos provienen de Ciudadanos y el resto del PP. De ahora en adelante, todos somos un equipo de gobierno y todos vamos a trabajar unidos.

-Durante la campaña se quejó de que era un 'todos contra Gema'. ¿Siguió teniendo esa sensación tras las elecciones? ¿Llegó a ver la posibilidad de quedarse fuera de la Alcaldía durante las negociaciones?

-Hubo un momento en que las negociaciones se paralizaron; después, la situación se desbloqueó y se siguió negociando, pero claro que hubo esa posibilidad. Una vez que se abren las urnas somos conscientes de que tenemos que estar orgullosos del resultado, pero que no es suficiente para gobernar en solitario. Y nosotros nos reunimos con todos los partidos, pusimos el programa encima de la mesa con todos. Y después tuvimos segundas reuniones con Ciudadanos y el PRC, y posteriormente mantuvimos más reuniones con Ciudadanos. Éramos conscientes de la fuerza que teníamos, pero también de que debíamos gobernar con otro partido, que es lo que da estabilidad. Nunca hemos puesto otra cosa encima de la mesa que no sea el beneficio de la ciudad, el bienestar de los santanderinos, el avance de Santander y los cuatro años de Gobierno. No se puede gobernar mes a mes, a corto plazo. Una ciudad necesita tener proyectos sólidos y duraderos y estabilidad en el Gobierno.

-Para alcanzar el pacto han tenido que renunciar a áreas valiosas, como Urbanismo. César Díaz, su mano derecha, pierde el control del PGOU cuando casi iba a ser 'su criatura'. ¿Se resiente su papel en el Ayuntamiento?

-Nosotros nos presentamos con un programa de 309 medidas y el pacto con Ciudadanos tiene diez, y César Díaz tiene otras muchas áreas y un papel muy relevante en el Ayuntamiento, en el que también estaba, evidentemente, la redacción del Plan General. Pero en este momento el PGOU tiene los pliegos hechos, lo más complicado; el punto de partida y las líneas generales ya estaban hechos y a partir de ahora, que el PGOU lo lleve otro concejal no significa que no sea un área muy transversal y que no podamos aportar el resto del equipo. Cada concejal tiene su área, pero no son departamentos estancos. Por supuesto que el área de Urbanismo la va a llevar Ceruti, pero por supuesto también que todos los concejales aportan, y la experiencia y la inteligencia hay que aprovecharlas allí donde estén.

-También han perdido Cultura. En otros ayuntamientos es un departamento menor, pero no en Santander, que pretende basar en ella buena parte de su futuro. ¿Le duele renunciar a su proyecto con tanto trabajo ya hecho?

-Es que no renunciamos absolutamente a ningún proyecto. Cultura estaba previsto que se llevase con unos pasos que ya hay dados y que se continuase con ellos, y esa continuidad está garantizada. Claro que vamos a abrir el Centro Asociado al Reina Sofía en esta legislatura, que vamos a dar un impulso al barrio de la Florida, a reabrir el Museo de Arte de Santander y a hacer todas las cosas que estaban previstas. Al frente, una persona que proviene de otro partido, pero una persona que estará cohesionada con el resto del equipo de gobierno, y unos proyectos donde lo andado servirá de base para lo que nos queda.

-¿Qué parte del acuerdo de gobierno se ha fraguado en Madrid?

-La negociación es algo completo, un bloque. Cuando se negocia algo hay diferentes puntos, pero no se pueden medir uno a uno, sino en conjunto. Sería poco elegante por mi parte señalar los desacuerdos, porque si hemos alcanzado este pacto hay que ser consecuentes con ello. Estoy satisfecha del acuerdo al que se ha llegado con Ciudadanos, porque si no no lo hubiésemos firmado. Hubo diferencias, pero se llegó a un consenso, y ahora lo que más me preocupa es que pueda salir ante los santanderinos diciendo que tengo un equipo de gobierno unido, cohesionado, con un rumbo muy definido y con las personas y el programa necesarios para llevar a Santander a buen puerto.

-Llamó la atención que presentaran ese acuerdo por separado. ¿Puede ser un adelanto de lo que nos espera durante la legislatura, que cada uno vaya a su aire?

-En la legislatura no va a ir cada uno a su aire. La decisión de presentarlo en ruedas de prensa por separado fue de Ciudadanos, yo propuse que fuese una conjunta, pero no puse ninguna objeción. Creo que hasta ese momento eran dos partidos políticos que tenían un acuerdo, que podían presentar juntos o por separado, pero a partir de ahora ya no estamos hablando de partidos, estamos hablando de un equipo de gobierno. A partir de ahora, Ayuntamiento hay uno, equipo de gobierno hay uno, y las cosas se harán de manera conjunta.

-Hasta ahora estaba acostumbrada a gobernar sin tener que molestarse en tejer alianzas ni buscar apoyos. ¿Qué tal cree que se le dará?

-Con buenos proyectos se encontrarán los apoyos, y espero encontrarlos en todos los partidos, lo mismo que espero recibir propuestas de todos.

-Sabe de sobra que a pesar de su acuerdo con Cs falta un voto para la mayoría absoluta, y todos los ojos están puestos en Vox. A diferencia de otros, usted nunca se ha referido a esa formación con desdén.

-Nunca voy a tratar con desdén a ningún compañero. Cada uno tendrá sus ideas políticas, que hay que respetar, y hay que escuchar a todos. Al representante de Vox en el Ayuntamiento no le he conocido hasta que hemos coincidido en campaña; después de las elecciones me he encontrado con él una sola vez y tampoco sé cómo será su talante político, pero desde luego que tendrá abierta la puerta de mi despacho, como los demás.

-¿Teme que Vox pueda vengarse de tanto desaire a la hora de votar algún proyecto importante, como los presupuestos?

-Estoy convencida de que vamos a llevar unos presupuestos realistas, ejecutables y llenos de proyectos buenos para la ciudad; no voy a depender de un voto de un partido político en concreto: yo espero que nos voten todos los concejales de todos los partidos.

-Habla de presupuestos y de proyectos. ¿Hay alguna parte de su programa que se quede fuera con el pacto de gobierno?

-Ya he dicho que nuestro programa tiene 309 medidas y no hay nada que se quede fuera, hay diez puntos que muchos de ellos están ya incluidos en el programa y sí hay algun proyecto que hay que repensar, los que forman parte del acuerdo con Ciudadanos. En la reordenación ferroviaria es hacer la información pública, que ya teníamos prevista, y es pedir que se paralicen temporalmente los pasos que se puedan dar y que condicionen el resultado de esa información pública. En los espigones, es pedir que se paralicen pero que se garantice la playa: este Ayuntamiento siempre ha defendido que lo queremos es playa y han sido otras Administraciones las que nos han dado como única solución lo que hay en este momento. Lo que tampoco va a hacer Gema Igual es 'donde dije digo digo Diego'; lo que hará es explicar que con un pacto de Gobierno para poder seguir liderando la ciudad, hay tres proyectos -la reordenación ferroviaria, las escolleras y el carril-, que hay que repensar.

-Efectivamente, el pacto obliga a eliminar el carril bus, lo que quedaba de su plan para revolucionar el transporte urbano, y también a que reclame públicamente el desmantelamiento de los espigones que tanto defendió. ¿Por qué le hacen tragar este sapo?

-El hacer un pacto y tener un socio de gobierno obliga a llegar a entendimiento, y en una negociación unas veces ganan unos y otras ganan otros. Este es el peaje que hay que pagar para seguir gobernando Santander y es algo que considero mínimo, porque sí estamos de acuerdo en que queremos playa. Hasta ahora se nos dice que los espigones son la única alternativa; si ahora nos presentan otra, yo no estoy empeñada en los espigones. ¿Que hay otra solución? Lo miramos, pero avalado en informes técnicos, no en lo que a cada uno nos parezca.

-¿Cuáles son las prioridades para el arranque de la legislatura?

-El arranque de la legislatura es ejecutar el programa con el que nos hemos presentado a las elecciones, ese programa con ese pacto de Gobierno que tenemos, que es ahora nuestra hoja de ruta, y tenemos tantos proyectos de mayor y menor calado que lo que pretendemos es empezar cuanto antes con los de mayor calado, porque necesitan una tramitación.

-Ya nadie le puede negar, después de las elecciones, que se ha ganado el puesto de alcaldesa. ¿Cree que la gente dejará de sentir la presencia del fantasma de Íñigo de la Serna por el Ayuntamiento?

-De la Serna nunca es un fantasma. Ha sido un alcalde maravilloso, pero ya no lo es, y ahora hay otra alcaldesa. Pero no la hay desde el 26 de mayo: hay otra alcaldesa después de noviembre, desde que Íñigo se fue. No creo que nadie vea este fantasma en el Ayuntamiento, porque Íñigo de la Serna, que es mi amigo y lo seguirá siendo, no tiene ninguna incidencia en el Ayuntamiento de Santander.

- Terminamos. Cuando va por ahí fuera y se encuentra con alguien que no conoce Santander, ¿cómo le explica lo que es esta ciudad?

- Santander es una ciudad maravillosa en donde lo más importante que tiene son los santanderinos, porque somos los perfectos anfitriones; es una ciudad para venir a trabajar, a visitar y a invertir. A visitarla durante todas las épocas del año, porque tenemos muchísimos atractivos: el turismo urbano, el comercial, de sol y playa, gastronómico, medioambiental... es una ciudad perfecta, para todas las edades y todos los gustos. Y también tenemos que atraer gente para que invierta en nuestra ciudad, como ya está pasando; tenemos que desarrollar ese parque científico y tecnológico para que cada vez más empresas se instalen allí, y vamos a ayudar a esas nuevas empresas a que vengan a Santander.