La plataforma 'Salvar La Magdalena' abre otra vía para proteger las playas y pide la declaración de Paisaje Cultural

Mientras el Ayuntamiento de Santander reclama la reanudación de las obras y el ministerio está en un impasse y habla de buscar soluciones consensuadas, la plataforma ha decidido no quedarse quieta y su petición se sustenta tanto en criterios culturales del entorno, como urbanísticos y medio ambientales, y apela a la figura de paisaje cultural recogida en la Ley de Patrimonio de Cantabria que reconoce como tales aquellas partes de un territorio formadas por la combinación del trabajo y la naturaleza que ilustran la evolución de la sociedad y han adquirido valores reconocidos

La plataforma ha presentado la solicitud acompañada de una memoria que describe todos esos valores históricos, naturales y culturales que respaldan su petición. Entre ellos que la ensenada de La Magdalena forma una unidad de paisaje «excepcional, coherente y reconocida», que supone uno de los recursos turístico-culturales más sobresalientes de la ciudad con una significativa repercusión económica y social. Recuerda que constituye el borde sur del Conjunto Histórico-Artístico de El Sardinero, del que forma parte la península, y la declaración de Bien de Interés Cultural del palacio de la Magdalena. También destaca la importante presencia de yacimientos arqueológicos y asentamientos romanos en el área, con una constante ocupación a lo largo de los siglos, potenciada por la presencia del palacio real y la UIMP. Junto a ello, se plantea la especial relevancia medioambiental y su alto valor ecológico dentro de la bahía, que por su sistema de arrecifes permite que se asiente una gran variedad de especies, algunas de ellas protegidas. Supone por todo ello un gran reservorio y soporte biológico de todo el estuario.

Asimismo, insiste en que en la ensenada se halla uno de los paisajes de entorno urbano de mayor calidad de España con edificaciones singulares como el palacio, las caballerizas, el hotel Real, el chalé de 'El Promontorio' y otras arquitecturas de «gran interés» que contrastan con «un paraje natural complejo de arrecifes y arenales en un diálogo entre naturaleza y arquitectura. Todo ello en relación con las aguas de la bahía, la vegetación de las faldas de Reina Victoria y de la península de la Magdalena, y como telón de fondo el arenal del Puntal sobre el que se alzan los perfiles montañosos de la Cordillera Cantábrica».