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El propietario del bar La Frontera: «Estoy tocado y hundido»

El empresario Juan Carlos Salas reconoce que la situación se le fue de las manos y pide perdón públicamente a clientes y amigos

Ana del Castillo

Santander

Martes, 12 de mayo 2020, 09:49

«Estoy tocado y hundido», dice abatido al otro lado del teléfono Juan Carlos Salas Gutiérrez, propietario del bar La Frontera, establecimiento que ayer fue desalojado y sancionado por la Policía Local por no cumplir la limitación de aforo que obliga la fase 1 de la 'desescalada', que comenzó este mismo lunes.

A estas alturas, la mayoría de cántabros han visto ya el vídeo del momento del desalojo, cuando una marabunta de jóvenes - «más de 100», según los agentes- salía por la puerta principal y por las laterales del establecimiento ubicado en la calle Jorge Sepúlveda, en Cueto.

Desde entonces, el empresario se ha dedicado a pedir disculpas públicamente en sus redes sociales y ahora también a través de este periódico: «Pido perdón a todo el mundo que se haya podido sentir ofendido, al que me critique y al que conoce cómo funciono, siempre he respetado las normas».

Salas Gutiérrez asegura que por la mañana no tuvo ningún problema, los clientes guardaron la distancia de seguridad y ocuparon las 20 mesas que tenía instaladas en el establecimiento, pero por la tarde, sobre las ocho, todo se «transformó». «Comenzó a desmadrarse y se volvió incontrolable en cuestión de cinco minutos, cuando se puso a llover y la gente de fuera no quería mojarse». Reconoce que el agua no es excusa, por eso reitera sus disculpas las veces que haga falta. ¿Volverá a abrir? «De momento no, estoy demasiado abatido».

En lo que se refiere a las multas, nadie es capaz de aclarar las cantidades o el número de sanciones. Ni el propietario, ni la Policía Local, ni la Delegación del Gobierno en Cantabria.

La llamada de «numerosos vecinos»

Fueron «numerosos vecinos» de la zona, según la Policía Local, los que llamaron para denunciar el ajetreo que había en el interior del establecimiento. Los agentes que acudieron al lugar estimaron que entre el exterior y el interior -donde se había confinado «mucha gente» debido a que comenzaba a llover-, estaban dentro del local «más de cien personas». La presencia de clientes en las barras de los bares está prohibida en la fase 1 de la 'desescalada' para evitar contagios por coronavirus, así como que las terrazas solo abran al 50% de su capacidad, criterios que en ese momento incumplía La Frontera.

«Es vergonzoso»

«¿Para qué hemos estado encerrados todos todo este tiempo si lo vamos a tirar todo por la borda en un día?», ha dicho este martes el portavoz del equipo de gobierno de Santander, Javier Ceruti, cuestionado por el desalojo de La Frontera. Ha calificado de «vergonzoso» lo ocurrido ayer en este establecimiento de Cueto. Estos comportamientos, ha señalado, pueden provocar un repunte que implique el regreso al confinamiento.

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