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Hace un mes y medio que se pusieron en marcha los nuevos límites de velocidad en Santander. Se dieron tres días de margen para que los conductores se adecuasen a la norma y la Policía Local multa desde el 14 de mayo en aquellas ... vías con una velocidad máxima de 30 y 20 kilómetros por hora. Las sanciones se retrasaron algo más en aquellas carreteras limitadas a 40 por hora, ya que esta restricción es exclusiva de Santander y sólo se podía multar a medida que se iban colocando las señales -aún queda alguna pendiente-. Sin embargo, en el resto se sanciona desde prácticamente el primer día porque, al ser una ley nacional, los usuarios de vehículos deben acatarla según se aprueba, independientemente de si está señalado o no. Así, desde que entraron en vigor los nuevos límites, se han impuesto 80 multas por exceso de velocidad.
Durante estos 45 días, los agentes han controlado 9.483 vehículos en distintas zonas de la ciudad, por lo que la relación entre los vehículos inspeccionados y los multados es muy baja: menos del 1% de los coches controlados sobrepasan las velocidades marcadas. Así, las limitaciones que más se infringen son las de 30 kilómetros por hora -vigentes en 710 de las 718 calles que hay total, más del 98%-, seguidas de las de 40 -presentes en siete calles- y la de 50 -únicamente en la avenida de la Constitución-.
Las multas por exceso de velocidad en Santander se interponen a través de radares móviles que se van rotando por distintos puntos de la ciudad. Así, semanalmente se registra el paso de entre 500 y 2.000 vehículos en diferentes calles del municipio, de los que se 'ficha' a aquellos que sobrepasan las velocidades máximas, que generalmente no superan los 15 semanales.
Al analizar las cifras registradas semana a semana, se puede observar que las jornadas más cercanas a la puesta en marcha de la nueva normativa -la tercera y quinta semanas de mayo-, registraron un ligero aumento de sanciones, 15 y 23 respectivamente. En concreto, esa semana con 23 multas es la cifra más alta de 2021. Sólo en esas dos semanas de mayo se suman más multas que las interpuestas durante todo el mes de junio, que ascienden a 36. Así, se deduce que los conductores han asumido las nuevas directrices tras unas semanas de adecuación a ellas. Es justo durante la cuarta semana de junio, con el inicio del verano, las vacaciones y la llegada de los turistas, cuando se han registrado más multas que durante el resto del mes. Si en las tres primeras semanas se interpusieron ocho, cinco y ocho sanciones respectivamente, en la cuarta se eleva ligeramente hasta las quince.
Así, las cifras de junio son muy similares a las que había antes de la aprobación de los nuevos límites de velocidad. Por ejemplo, en marzo de este año las sanciones semanales oscilaron entre las cuatro y las quince y, en enero, entre las tres y las trece.
El número de multas que se producen semanalmente en Santander apenas se ha incrementado desde la entrada en vigor de los nuevos límites, lo que demuestra que los conductores han asumido la reducción de velocidad. También lo respaldan los datos del laboratorio de Movilidad Sostenible e Ingeniería Ferroviaria de la Universidad de Cantabria, que recogen que la velocidad media en Santander ha descendido un 10% en el último mes y medio. La bajada no es igual en unos puntos y en otros de la ciudad. En el tramo más céntrico, la reducción es muy poco considerable, pero sí se palpa en las calles con vías largas que se alejan de esa zona. Por ejemplo, en algunos puntos de la avenida de Los Castros la caída alcanza casi un 15%, mientras que en el Paseo de Pereda no pasa de un 3,5%.
En la calle Castilla o Marqués de la Hermida se circula algo más despacio, pero poco menos. Si la velocidad media anterior era, por ejemplo, de 50 por hora, ahora ronda los 48. Y baja todavía menos en un punto como Cervantes, que al ser semipeatonal tiene un límite marcado de 20 por hora. La bajada es casi insignificante (no llega ni al 1%). Pero en Los Castros, General Dávila o la S-20, la reducción es más significativa. Si antes la media era de 60 por hora -por ejemplo-, ahora está cerca de los 50.
Aunque la nueva normativa nacional obliga a limitar las calles de un carril por sentido de circulación a 30 por hora, las semipeatonales a 20 y las de más de un carril por sentido a 50, Santander ha ido más allá y, estas últimas, las ha restringido a 40. Sin embargo, aún no ha cambiado las señales en todas las vías afectadas, a pesar de que son sólo siete de las 718 existentes en la ciudad. Aunque ya están prácticamente todas cambiadas, alguna como la calle Eduardo García del Río –más conocida como La Reyerta–, aún tiene señales de 50 e incluso de 70. En las calles que aún no tienen las nuevas señales, aún no se puede multar.
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