Los propietarios del edificio siniestrado de La Albericia tienen dos meses para dejar limpio el solar

Según la información trasladada a este periódico por uno de los afectados, una vez que el Ayuntamiento ha tapiado el inmueble tras la inspección ocular de los peritos, los propietarios tienen que contratar a un arquitecto para que redacte un proyecto de derribo del resto de edificio que sigue en pie, adjudicar después la obra y finalmente ejecutarla. Así, tendrá que ser dentro del plazo de dos meses cuando comience la obra en cuestión, que, inicialmente, será sufragada por el seguro de la comunidad de propietarios.

Todo ello a la espera de que se determine la responsabilidad del siniestro. Extremo que todavía no ha trascendido, a pesar de que la Policía Científica de la Policía Nacional apenas tardó una mañana en realizar la inspección ocular del edificio.

Según fuentes cercanas a la investigación, los agentes siguen trabajando en el atestado policial y el titular del Juzgado de Instrucción Nº2 de Santander, Miguel Ángel Agüero, mantiene el secreto de sumario.

«Nos han comentado que esta semana la Policía Nacional acabará su investigación y que entonces se levantaría el secreto de sumario», apunta uno de los propietarios, que se muestra «sorprendido» porque el seguro de la vivienda que ha perdido ya le ha pagado la indemnización por el valor del contenido y el continente del inmueble. «No sé si al resto de propietarios les han pagado ya como a mí, pero la verdad es que no esperaba que lo hicieran tan pronto», reconoce, al tiempo, que entiende que después su seguro reclamará dicha cantidad a la compañía que sea declarada responsable del siniestro.

Mientras tanto, algunos de los vecinos que vivían de alquiler están pidiendo ayuda a través de las redes sociales para encontrar una vivienda acorde a sus necesidades. Johan Samuel Yarleque y su familia (son seis miembros en total), que residían en la segunda planta del edificio y pudieron salvar la vida arrojándose desde una de las ventanas al patio trasero, buscan una vivienda de alquiler asequible de manera urgente, que sea accesible para silla de ruedas y que esté enclavada en la zona de transporte público/escolar del IES Alisal (Santander o alrededores).

Esta familia ha recurrido a la Unidad de Trabajo Social (UTS) de Cazoña (Tfno. 942203061 y utscazona@santander.es) para que aquellos ciudadanos que puedan alquilarles una vivienda se pongan en contacto con este centro.

El motivo por el que esta familia busca una vivienda con accesibilidad tiene que ver con las heridas que sufrieron al salvar su vida. «El piso donde se queda mi familia ahora, con amigos, no tiene ascensor y mi mujer se muere de dolor cada vez que tiene que ir por las escaleras», apuntaba hace unos días a este periódico Johan Samuel Yarle, al tiempo que comentaba que había pedido al hospital que no le diera todavía el alta porque «voy a salir en silla de ruedas y me ha dicho el médico que necesito quedarme en un alojamiento que sea accesible y que tenga ascensor». «No tenemos problemas económicos, pagaremos el alquiler sin problema», deja claro.