PSOE y PRC deben movilizar a sus antiguos votantes si quieren dar la vuelta al sondeo

Dejando a un lado el caso particular de Ciudadanos, probablemente más marcado por la deriva nacional que por la mejor o peor gestión en sus áreas de gobierno durante la legislatura que está a punto de acabar, los santanderinos que optaron por estos dos partidos son los que se encuentran en este momento menos movilizados. Entre quienes apoyaron en 2019 al socialista Pedro Casares, solo el 55% tiene claro que hará lo propio con Daniel Fernández.

Y lo mismo ocurre entre los regionalistas. La desmovilización de su electorado es incluso más pronunciada porque solo el 45% de los que respaldaron a José María Fuentes-Pila están ahora con Felipe Piña, el elegido por Revilla como revulsivo en la capital de Cantabria. Entre las dos formaciones, las dos que serían imprescindibles para construir un pacto que ahora parece imposible frente a Gema Igual, tienen una media del 35% de exvotantes que se decantan por el voto en blanco, no votar o que responden «no sabe/no contesta». Es decir, que tienen cierto margen de recuperación para dar la vuelta al sondeo.

Un Piña que, por su perfil y trayectoria, en el PRC daban por hecho que arrastraría más voto procedente de la derecha que de la izquierda. Nada que ver con lo que anticipa GAD3. El regionalista solo se lleva un 1% de los apoyos del PP en 2019 y nada de los de Vox. En cambio, del PSOE capta un 9% y de Cs un 4%. Poco, pero algo. En sentido contrario, el PSOE solo araña un pequeño 2%al PRC y los socialistas no aprovechan el descalabro naranja. Según el sondeo, el trasvase en esa dirección es nulo.

Con el 86%, Vox es, con diferencia, el partido con más fidelidad de voto –curiosamente, no tiene fugas hacia los populares, sino hacia la abstención–, seguido del PP, con un 79%. Pese a su contundente victoria, Igual sí acusa pérdidas hacia Del Valle.