Santander 2026, una ciudad cultural

Si las previsiones se mantienen, Santander contará en 2026 con nuevas infraestructuras culturales de gran envergadura: dos públicas, una privada, y, salvando las diferencias en la composición de los relatos artístico y museográfico, las tres dedicadas a programar exposiciones y otras actividades. En un par de años, está previsto que abran sus puertas el nuevo Mupac (Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria), que dará por finalizada su vida nómada en Puertochico; el Centro Asociado Reina Sofía-Archivo Lafuente, la única sede fuera de Madrid que tendrá el museo nacional, y Faro Santander, propuesta que ocupará la antigua sede de la entidad bancaria y cuyo diseño corre a cargo del Premio Pritzker David Chipperfield.

Acompañando al Centro Botín, a la Colección Enaire, al Museo de Arte de Santander (MAS) o al Marítimo del Cantábrico, estas tres grandes infraestructuras compondrán el «frente cultural» de la ciudad, según lo definió la presidenta autonómica, María José Sáenz de Buruaga, en su reciente visita a las obras del Mupac; un frente que va de Gamazo a la calle del Rubio pasando por Puertochico, el muelle, los Jardines de Pereda o la plaza de Alfonso XIII. Dar nombre al espacio que acogerá toda la oferta museística y cultural de la capital es una forma de presentar ante la ciudadanía un modelo ligado a las infraestructuras y los itinerarios culturales, y en estrecha sintonía con lo turístico; y, por otro lado, también ayuda a hacerse una idea de su calado. Con la candidatura Santander 2016 de fondo, el exalcalde Íñigo de la Serna ya se refirió hace más de una década al anillo cultural de Santander como esa zona centro de la capital que albergaría varios enclaves de titularidad municipal –en la Porticada y en la catedral, entre ellos– y en la que el proyecto del Centro Botín –diseñado por otro Premio Pritzker, Renzo Piano– funcionaría como referente junto con el Banco de España o el Mercado del Este, última sede del Mupac. Hoy, el concepto de Anillo Cultural pervive y aglutina media docena de pequeñas infraestructuras gestionadas por el Ayuntamiento; el Centro Botín ha cumplido siete años; el edificio del Banco de España está en proceso de rehabilitación para convertirse en el Centro Asociado Reina Sofía-Archivo Lafuente con el aval de las todas las administraciones, y los cimientos del Mupac se hunden en la tierra rocosa de Puertochico, donde se levantará el edificio diseñado por el estudio Mendoza-Partida. El Mupac contendrá «la mejor colección de arte rupestre paleolítico del mundo», en palabras, ahora, del expresidente Miguel Ángel Revilla –las obras comenzaron la pasada legislatura, con Pablo Zuloaga en la Consejería de Cultura– y está llamado a impulsar un conjunto patrimonial también compuesto por la red de cuevas, el Centro de Arte Rupestre o el Museo de Altamira, entre otros.

El anillo, por tanto, se ha ensanchado y en 2026 se convertirá en un itinerario con paradas en la prehistoria, las vanguardias del siglo XX, arte contemporáneo, los hitos de la historia local o diferentes colecciones de arte, públicas y privadas, como la que alberga la Fundación Enaire en Gamazo o la que dará a conocer Faro Santander en el paseo Pereda.

Ese ensanchamiento se apoya, además, en otras infraestructuras con programación cultural y divulgativa. Al pie de la bahía, el Museo Marítimo del Cantábrico es parada obligada para miles de vecinos y turistas; tanto que, en 2023, se convirtió en la instalación más visitada de la ciudad con más de 57.600 usuarios. Cerca del Museo, el Planetario de la Universidad de Cantabria, que reabría sus puertas recientemente, ha despedido el verano con 4.700 visitas. Y sin abandonar la zona, el Palacio de Festivales de Santander y Cantabria es también otro motor cultural de la capital.

Agrupados en torno a la plaza de Cachavas, se ubican el Museo Machichaco (Estación Marítima) o el centro cívico Tabacalera. La nueva Biblioteca Municipal de Santander, que abrirá en unos meses, y el Centro de la Imagen de Santander (CDIS), con una programación expositiva constante, también empujan la oferta cultural de la capital, que encuentra otros baluartes en el Centro de Arte Faro de Cabo Mayor, en los espacios culturales de Casyc, en la red de bibliotecas, las galerías de arte, los cines y la Filmoteca, las salas de teatro y de conciertos, o las sedes de las asociaciones culturales.

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