Santander estabilizará el talud de Reina Victoria que se derrumbó sobre Los Peligros

Ramas, tierra corrida, barro, restos de basuras que debían estar enterrados... Eso fue lo que se vino abajo por efecto de la lluvia y los vientos. Antes, si uno viene del centro, de llegar al edificio de La Horadada y a la zona donde el mar ha vuelto a morder estos días. No ha sido en este temporal. Fue en el anterior (durante la noche, entre los días 8 y 9). Hubo una primera inspección por parte de los operarios de Parques y Jardines esa mañana y el compromiso de hacer un informe sobre lo sucedido y reforzar el talud. Ahora la obra ya está prevista.

Desde el Ayuntamiento relatan que se «giraron diversas visitas de inspección» y que «se adoptaron «medidas de seguridad». Lo primero fue «el balizamiento y vallado tanto en la zona del paseo de Reina Victoria como en el pie del talud, junto a la pasarela de la playa». Es muy visible desde hace unos días. Arriba, porque ahora mismo no se puede acceder a la pérgola en la que está el monumento al cantante Jorge Sepúlveda -el de «mirando al mar soñé...» o «Santander eres novia del mar...»- ni acercarse a las barandillas del mirador a esa altura. Y abajo, porque las cintas que cuelgan de estacas de madera colocadas en la falda junto a las vallas cortan parte del trazado para los paseantes por la misma playa.

Además de acordonar se hicieron «catas para comprobar el espesor de la capa de suelos sobre el nivel de roca bajo la zona del mirador y, de esta manera, poder valorar las medidas». Lo hicieron a través de la introducción de «barrenas en el terreno hasta alcanzar el rechazo, lo que permite situar la roca entre tres y cuatro metros de profundidad». A todo esto se sumó el desbroce de la ladera (también visible) y un «levantamiento topográfico con el fin de facilitar el estudio de la solución a adoptar».

¿Y qué van a hacer exactamente? Pues lo primero, según explicó a este periódico el concejal César Díaz, será desmantelar «la pérgola existente en el paseo para facilitar el acceso de maquinaria». La de Reina Victoria. Esa tarea -que supondrá el arranque de la obra- está prevista para el 7 de enero.

«Hay que consolidar y estabilizar la zona de suelo que existe debajo del mirador -describe Díaz-, para lo cual se ejecutará una pantalla de carriles hincados de seis metros de longitud en el borde y unos anclajes por medio de bulones que penetren en la roca». Eso, en lo que respecta a la parte más alta (al día siguiente del derrumbe podían verse los cortes del terreno desde el paseo y la separación que quedaba con respecto a la barandilla). «Para el resto del talud se procederá a la eliminación de la tierra vegetal y a ejecutar un reperfilado del mismo, eliminando las zonas inestables para conformar un perfil de talud continuo», continúa el concejal del Ayuntamiento.

Los trabajos se rematarán con la instalación de una malla «de triple torsión» y otra «anti-erosión, recogidas con bulones que irán atados entre sí con cables para asegurar un funcionamiento conjunto». De esta manera, se evitarán futuros desprendimientos (el más reciente no fue el primero en ese punto en los últimos años).

Si todo va bien (los temporales no ayudan cuando toca hacer obra y más en este caso), la tarea estará terminada para la segunda semana de marzo (el plazo de ejecución previsto es de dos meses). El precio de la obra, según confirman a El Diario desde el Consistorio, rondará los 200.000 euros.