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Lo primero que hay que hacer es descargarse la aplicación Nextbike by Tier, que al meter los datos del usuario, dará acceso al parte de TUeBICI. Debe identificar un método de pago, elegir la tarifa de uso y escanear el código QR de la unidad ... que desee usar. Una vez identificada la bicicleta, podrá hacer la confirmación de alquiler y automáticamente le aparecerá un mensaje emergente en el teléfono que le avisa de que la unidad está disponible. Se libera, se extrae «y a funcionar». El nuevo servicio de alquiler de bicicletas eléctricas ya es una realidad en Santander. Tras más de medio año de espera, desde hoy cualquier ciudadano mayor de edad podrá desplazarse por la ciudad para ir a trabajar, hacer un recado o simplemente a disfrutar de un paseo por la bahía.
En las tarifas, que fueron aprobadas durante un polémico pleno ordinario el pasado diciembre, se establecen diferentes modelos adaptados al tipo de uso ocasional o mediante abono anual o mensual. Para el uso ocasional (sin abono), se fija un precio de 1,30 euros por intervalos de hasta 30 minutos, de 1,60 euros hasta una hora, y de 1,90 euros para la utilización durante más de una hora. En cuanto a los abonos, el anual cuesta 36 euros y el mensual siete euros, y permiten alquilar la bicicleta por 0,325 euros hasta 30 minutos, 0,65 euros hasta una hora, y un euro para más de una hora.
Aunque el proyecto incluye 200 unidades que estarán repartidas por toda la ciudad, por el momento solo habrá disponibles 20 en la estación de la Plaza Alfonso XIII, junto al edificio de Correos, donde hoy la alcaldesa, Gema Igual, y el concejal de Movilidad Sostenible, Agustín Navarro, acudirán para poner en marcha el nuevo servicio de alquiler. Según explica el Ayuntamiento, también habrá unidades en otras estaciones pero «se irán ampliando la semana que viene».
Precisamente porque no estará disponible la flota completa, el alquiler será gratuito durante las primeras semanas, hasta completar las 200 unidades.
El usuario tendrá acceso a las bicicletas de lunes a viernes, de 06.00 horas a 00.00 horas y los sábados, domingos y festivos, las 24 horas del día. Además, el tiempo máximo de duración de cada arrendamiento será de dos horas y no hay límite máximo de usos diarios para cada persona. Aunque cabe destacar que entre dos usos consecutivos se deberá dejar pasar diez minutos. Así, en este tiempo no se podrá realizar un nuevo contrato en ninguna estación del sistema. La devolución de la bicicleta fuera de las dos horas de duración máxima, conllevará la imposibilidad de una nueva contratación, «además de las responsabilidades que puedan corresponder».
«Durante el uso hay varias opciones. El propio usuario tiene la posibilidad de hacer una pausa, lo que se denomina en la aplicación el modo parking, que permite parar al usuario para hacer cualquier tipo de trámite», explica Javier García, consultor externo de Nextbike by Tier. «Dentro de la aplicación hay un menú horizontal donde se debe seleccionar una pausa en el viaje. Una vez seleccionada, te advierte de que tienes que cerrar la unidad». Esto se hace a través de una especie de candado azul que se encuentra detrás del sillín y que actúa a modo de freno para mantenerla segura y cerrada, y así impedir su robo. Entonces, el usuario volverá a recibir un mensaje que indica que está bloqueada. Eso sí, el alquiler sigue corriendo. Cabe destacar que, durante estas paradas, se puede estacionar fuera de una estación oficial siempre y cuando sean lugares especialmente acotados para lo que es el aparcamiento de la bicicleta, como si fuera una personal. Posteriormente se puede retomar el trayecto seleccionando la opción de reanudar el alquiler en el móvil. Entonces, se abrirá de nuevo el candado azul de forma automática.
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Según explica el consultor de la aplicación, una vez concluya el viaje, hay que devolver la bici a un punto determinado de cualquier estación oficial, donde deberá quedar insertado, dentro de la vía, el soporte de cierre de la bici. «Se baja de nuevo el candado y finaliza el alquiler», comenta. Y advierte: «Son eléctricas y por eso es preciso que sean estacionadas en soportes que permitan su carga porque si quedan totalmente dispersas esa posibilidad de carga y de cierre de seguridad no va a existir», añade el consultor.
Desde Santander, un equipo de unas siete personas trabajará para mantener el servicio con Sebastián González a la cabeza. Desde una nave en el polígono de Candina, donde se encuentran las unidades, este grupo se encargará de trabajar para que el alquiler funcione a la «perfección» y no haya ninguna bicicleta sin carga en ninguna de las estaciones.
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