Los sótanos del Ayuntamiento de Santander «ya están totalmente desalojados»

Así, el edil entregó a Trabajo la documentación y los informes que acreditan que las actuaciones realizadas para el completo desalojo del sótano «han cumplido estrictamente todos los protocolos preventivos y las medidas de seguridad» y también ha informado de que la próxima semana comenzará el estudio técnico que determinará las actuaciones definitivas a realizar en dicho espacio. Ahora, Inspección analizará la documentación y comunicará sus conclusiones al respecto. También tiene pendiente visitar de nuevo los sótanos del Consistorio para confirmar que efectivamente están vacíos y, aunque aún no ha fijado la fecha, tienen intención de ir a principios de la semana que viene.

La empresa KN Ingenieros será la encargada de realiza el estudio estructural de esta planta para determinar qué actuaciones hay que desarrollar en ella. Además, una vez que ya se han vaciado los sótanos y a la par que se redacta el estudio, se empezarán a demoler los falsos techos que cubren la estructura de forma progresiva. A la vez, se irá apuntalando el forjado para poder iniciar con garantía la siguiente fase, en la que se picarán viguetas y hormigones para realizar catas y otros estudios pertinentes.

En el Ayuntamiento existen dos zonas de sótanos que no están conectadas entre sí y es en una de ellas a la que apenas se puede acceder. Como explican desde la Junta de Personal, el que está en peor estado es el que se localiza bajo el salón de plenos. «Es prácticamente inaccesible y tiene muchos apuntalamientos», explicaron cuando se dio a conocer la precaria situación de esta planta subterránea. En el otro, aunque sí se puede entrar, no era seguro para los empleados que trabajaban en el taller localizado en su interior y también se les ha trasladado a otro espacio.

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Ángela Casado

Aunque el informe que revelaba el mal estado de los sótanos se redactó en abril de 2021 y no fue hasta final de año cuando empezó a actuarse, el servicio de arquitectura municipal realizó visitas periódicas durante todos estos meses para comprobar si la situación empeoraba. Tras numerosos análisis concluyeron que, desde que se emitió el informe, no había sido necesario tomar nuevas medidas de consolidación para garantizar que el mal estado no avanzase, más allá de los apuntalamientos realizados en un primer momento.