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Leticia Mena
Viernes, 22 de abril 2016, 21:22
«Por un mundo donde todos seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres». Con esta frase de Rosa Luxemburgo comenzó la fiesta del Anuario de Cantabria en el Palacio de Deportes, donde unas 900 personas de todos los estamentos de la sociedad cántabra se ... dieron cita para celebrar que, un año más y ya van 31, El Diario Montañés da vida a un nuevo anuario, esta vez con portada del artista de Torrelavega Juan Manuel Puente.
La fiesta estuvo llena de anécdotas, de humor gracias al cómico Dani Delacámara y de detalles como las rosas de Flores Valdecilla que todos los asistentes se llevaron a casa y con las que el presentador de la gala y director adjunto de El Diario, José Emilio Pelayo, quiso rendir homenaje a todas las víctimas de la violencia de género y por las que pidió que «no seamos equidistantes, ni complacientes porque la neutralidad es el triunfo del opresor».
Con estas palabras se dio por inaugurada la gala de presentación del Anuario después de que todos los asistentes pasaran por el photocall como muestra de su fidelidad a El Diario y a su Anuario. Empresarios, políticos, deportistas, artistas, periodistas... En definitiva, lectores que hacen que las cifras de audiencia de este medio, tanto en papel como on line, crezcan a pasos agigantados hasta llegar, como marca el último Estudio General de Medios (EGM), a casi el 90 por ciento de los ciudadanos de Cantabria que leen diariamente periódicos de información general, o lo que es lo mismo, a 159.000 lectores cada día en su edición impresa y a 130.000 usuarios únicos diarios en eldiariomontanes.es.
Precisamente para agradecer esta fidelidad, por el escenario levantado en el Palacio de Deportes para la ocasión y que, como todos los años brillaba en color azul-diario, pasó la dirección del periódico mientras que Alejandra Gándara y Alejandra Trueba, de la Federación de Personas Sordas de Cantabria, traducían al lenguaje de signos todo lo que se iba diciendo. El primero en subir fue el presidente de Editorial Cantabria, Luis Revenga, que en junio de 2015 relevó a Mariano Linares ahora es presidente de honor de la empresa y a quien Revenga expresó su reconocimiento para después recordar que «la casa de El Diario Montañés es transparente» y dentro hay un equipo de 116 personas que dedican su esfuerzo a dar vida tanto a la publicación impresa como a la digital, «sin decaer en nuestro ánimo» por las «lacerantes realidades del paro y la inmigración» y conseguir que «las cosas mejoren para conseguir una sociedad más justa».
Mientras el presidente de Editorial Cantabria hablaba, el jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla, asentía desde primera fila para después subir al atril y recordar la que, a su juicio, había sido la mejor noticia del año pasado. «Que hubo un cambio de Gobierno en Cantabria...», dijo entre dientes para después ponerse serio y decir que él se quedaba con la noticia de que el puerto de Santander se había convertido en uno de los cinco puertos francos de España: «Esto va a tener una importancia enorme para la región». Lo que no tuvo que pararse a pensar fue la noticia que le gustaría leer este 2016: «Que comiencen las obras del tren de altas prestaciones entre Santander y Palencia». Y aunque se quejó del poco tiempo que había podido hablar, no quiso irse sin contar que le acababan de soplar que Cristóbal Montoro «se baja del burro y revisará el déficit y las exigencias a las comunidades autónomas».
Llorando literalmente de risa
Cuando Revilla bajó, subió al escenario el humorista, periodista, actor y conferenciante Dani Delacámara que consiguió que el público literalmente llorara de la risa y que sus divertidos monólogos se convirtieran en el tema de conversación de los corrillos que se hicieron durante el cóctel posterior. Con la gracia que le caracteriza, Delacámara consiguió meterse al público en el bolsillo, sobre todo cuando hizo referencia a la fortaleza de la generación de los asistentes recordando anécdotas de infancia que todos identificaban como propias.
Tras la primera sesión de risas llegó la proyección del vídeo resumen de 2015, que en esta ocasión realizó el reportero gráfico Pablo Bermúdez con las noticias más destacadas de todas las secciones del periódico.
El director de El Diario, Íñigo Noriega, se mostró orgulloso de liderar este barco tras coger el relevo a José Miguel Santamaría cuando este último fue nombrado director de El Correo. Noriega recordó que El Diario Montañés «es un diario centenario en agosto cumplirá 114 años, que ha sido capaz de evolucionar con los tiempos y de llegar a sus lectores allí donde se encuentren por todos los medios», convirtiéndose en líder indiscutible y ejerciendo ese liderazgo con «responsabilidad, rigor y seriedad». De esta forma, el periodista santanderino se estrenó ante Cantabria «como responsable de nuestra multimedia», y como dijo Pelayo al presentarle, «ha llegado no solo a su tierra, sino a su papel, para dirigir ese papel con el que casi aprendió a leer».
Tras él se dirigió al público el director general de El Diario, Ignacio Pérez, que recordó que «hemos reforzado nuestro indiscutible liderazgo en Cantabria con más de 159.000 lectores diarios, multiplicando por diez a nuestros más inmediatos competidores, y hemos pasado de los 130.000 usuarios únicos cada día en nuestra web». Por estas cifras y por el esfuerzo que para conseguirlas hacen los trabajadores del periódico, Pérez reconoció que «es un profundo honor liderar este magnífico equipo humano».
Tras las palabras de la dirección, volvió al escenario el cómico Dani Delacámara para durante veinte minutos seguir con sus parodias e historias hilarantes hasta llegar al final, cuando las rosas volvieron a ser protagonistas mientras sonaba la música compuesta por Rachel Portman en 1996 para la película Emma y que le hizo merecedora del primer Oscar que ganaba una mujer en la categoría de banda sonora.
El mundo de los sabores
Mientras la música modulada por Strong inundaba el recinto comenzó el cóctel servido por Deluz y que, a modo de estaciones, sirvió para recorrer el mundo a través de los sabores. Una estación sushi, otra de comida italiana donde había una cortadora de embutido antigua; una mejicana, otra árabe, una asiática... y por supuesto, una de maridaje de anchoas y quesos de Cantabria. La velada, organizada por Nexo Publicidad, transcurrió animadísima entre reencuentros de asistentes que reconocían que «si no es por el Anuario no nos vemos», y entre fotos y más fotos que unos y otros se hacían para colgar en las redes sociales para decir con orgullo que estaban en la fiesta de El Diario.
Las despedidas fueron llegando y el deseo de muchos, tal y como expresaron los profesionales de El Diario, es que el Anuario de 2016 esté lleno de buenas noticias y que las malas «queden reducidas a la última línea, del último párrafo, de la última página».
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