Filomena colapsa Toledo con una nevada histórica

La nieve comenzó a caer el jueves y se hizo más intensa el viernes y este sábado hasta tal punto que buena parte de las calles de la ciudad quedaron colapsadas, sobre todo las del casco histórico, y se ha hecho necesario el uso de cadenas para circular por ellas sin riesgo de accidente o quedar atrapado. Las incidencias más destacables han sido la caída de las cubiertas del aparcamiento del centro comercial 'Luz del Tajo' sobre varios coches sin causar heridos y el derrumbe de los techos de los pabellones deportivos de tres colegios así como de la parada de taxis del hospital «Virgen de la Salud» y de varios árboles por el peso de la nieve.

Por fortuna, la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha había decidido prolongar el cierre navideño de colegios e institutos hasta el lunes 11 de enero, lo que ha evitado posibles desgracias en estos tres colegios, y este sábado comunicó a padres y profesores que las clases no se retomarán el miércoles 13 de enero.

«Es una nevada histórica, con características de alta montaña», insiste la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, que ha tenido que pedir ayuda a la Unidad Militar de Emergencias (UME) para que la vida en la capital castellano-manchega vuelva a la normalidad lo antes posible y a los ciudadanos «que no salgan de casa si no es absolutamente necesario e imprescindible». A esto se suma que los autobuses urbanos no circulan desde el viernes y que el servicio de taxi apenas funciona pues son pocos los taxistas que se atreven a circular con cadenas.

Si la situación en la capital castellano-manchega es más que complicada, en numerosos municipios de la provincia de Toledo se vive un colapso parecido con continuos cortes del suministro eléctrico y carreteras impracticables. De hecho, la Diputación Provincial se ha visto obligada a suspender temporalmente el servicio de recogida de basura ante la imposibilidad de que los camiones que se encargan de la recogida de residuos puedan llegar a muchos pueblos.

'Filomena' se desplaza este fin de semana hacia el norte de España pero los toledanos no respirarán tranquilos hasta, al menos, la segunda quincena de enero ya que la próxima semana se esperan temperaturas mínimas de hasta 8 grados bajo cero. Si los copos de nieve caídos desde el jueves no se derriten antes, se convertirá en peligrosas placas de hielo durante varios días.