La ola de crímenes de género provoca el diciembre con más asesinadas en siete años

Asturias, Soria, Lleida, Barcelona, Murcia, Albacete, Zaragoza, Madrid, Sevilla y Bilbao. Diez probables asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas entre el 4 y el 28 de diciembre son los que investigan hoy las fuerzas de seguridad y los jueces, con un gran acelerón de la ola de muertes desde el 22 de diciembre, con cuatro crímenes en menos de seis días, las fechas que coinciden con las tradicionales cenas y comidas familiares.

Las diez muertes hacen que este mes, aún a falta de cuatro días para que termine el año, sea ya el diciembre más trágico desde hace siete años (en 2015 hubo las mismas víctimas) y el segundo peor en los 19 años de existencia del registro oficial de estos crímenes (en 2008 hubo once asesinadas).

No solo ha sido un mes pésimo para la serie histórica, se ha convertido en el borrón de un ejercicio en el que parecía estar dando sus frutos el notable aumento de las medidas y las inversiones adoptadas por el Gobierno para ayudar a las maltratadas y acorralar a sus agresores.

Diciembre será el peor mes de 2022 con mucha diferencia. Hasta ahora las peores sucesiones de crímenes de género se habían dado en la primavera, con seis asesinadas en mayo y cinco tanto en abril como en marzo. Pero el último mes del año casi ha duplicado los máximos previos.

Pese a todo, si hasta Nochevieja no hubiese nuevos crímenes machistas, el balance del año sería, si no el mejor, uno de los mejores desde que en 2003 se inició el registro oficial. Si se confirman los casos que están ahora en investigación, la violencia de género habría acabado en 2022 con 48 vidas. Muchas, por supuesto, pero las mismas del pasado año y una menos que las 49 de 2020, hasta ahora los dos ejercicios con menos víctimas mortales, que en la década pasada rondaban las 55 fallecidas de media anual y que en el primer decenio del siglo llegaron a alcanzar un año los 76 crímenes, en 2008.

El penúltimo de los homicidios machistas, el ocurrido en las primeras horas del 25 de diciembre en el municipio soriano de Matamala de Almazán, parece camino de resolverse. La Guardia Civil detuvo el lunes por la noche a un vecino de este pueblo de tres centenares de habitantes. Habría pasado parte de la Nochebuena con la víctima, una mujer de 44 años, y además fue la persona que, sobre las 8:24 horas, haciéndose pasar por un buen samaritano, llamó al 112 para avisar de que había un incendio en la casa. El fuego permitió a los bomberos hallar el cuerpo de la mujer en el sofá, muerta por un ataque homicida. La víctima denunció dos días antes a un exnovio por violencia machista, un hombre distinto del ahora detenido.

Cargos ministeriales de Igualdad, Interior y Justicia y responsables de las comunidades donde se han producido los crímenes se reúnen hoy en «comité de crisis» para ver qué elementos han fallado y acordar mejoras.